Es la cuarta urbe a escala mundial, detrás de Sao Paulo, Santiago y Miami, señala
Ha formulado estrategias para resolver los problemas ocasionados por la crisis económica mundial, asegura estudio
La respuesta de otras metrópolis del país ha sido limitada, destaca
Martes 14 de julio de 2009, p. 32
La crisis económica no sólo ha derivado en el cierre de empresas, mayor desempleo, disminución de la actividad inmobiliaria y caída de la recaudación fiscal, sino también ha propiciado un descenso en el grado internacional de las seis mejores ciudades del país para invertir y con mejores ámbitos de negocio, siendo únicamente el Distrito Federal la que se mantiene en el mismo lugar, el cuarto, sólo detrás de Sao Paulo, Santiago y Miami, destaca un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La causa, precisa el análisis, es que mientras casi dos terceras partes de las 90 ciudades más grandes de México no han formulado una política o estrategia encaminada a resolver los problemas ocasionados por la crisis económica mundial, el Distrito Federal continúa con obras de vialidad y mejoras en el transporte, como la construcción de la línea 12 del Metro; e impulsa una política de exención de impuestos sobre nómina a las empresas que mantengan su planta laboral, atacando directamente las causales de despido.
Además de llevar a cabo un programa de cibercartografía de usos de suelo e información urbana con la finalidad de facilitar la instalación de nuevas empresas; contar con un programa de apoyo a la pequeña y mediana empresas, y trabajar en una mejora regulatoria y simplificación de trámites.
En el documento denominado La respuesta de las ciudades mexicanas frente a la crisis, elaborado por los investigadores Manuel Perló, Fernando Paredes y Armando González, se destaca que pese a que ninguna ciudad ha logrado sustraerse a efectos negativos, algunas los han resentido con mayor fuerza, debido a que la reacción de los gobiernos locales ha sido limitada, al no contar con propuestas bien diseñadas e innovadoras, reforzar programas que ya se venían haciendo o incurriendo en propuestas asistencialistas.
Mencionaron que, de acuerdo con los resultados de una encuesta aplicada a los secretarios y directores de Desarrollo Económico de las 90 ciudades más importantes del país, que concentran 62 por ciento de los habitantes y producen casi la totalidad de la riqueza nacional, sólo 35 respondieron y señalaron que son 11 los indicadores de impacto negativo que resienten, entre ellos desempleo; disminución en la demanda de bienes y servicios; cierre de empresas; contracción del crédito a la inversión y consumo, y afectación del suministro de los servicios públicos, así como una reducción de la inversión inmobiliaria, del turismo y la inversión extranjera directa.
Las ciudades que presentan alto impacto negativo son las vinculadas al comercio exterior, como Juárez, Reynosa, Matamoros, Chihuahua, Nogales, Acuña, Hermosillo y San Luis Potosí; mientras las que tienen impacto negativo medio son Guanajuato, Moroleón, Irapuato, Morelia, Celaya, Distrito Federal, Guadalajara y Monterrey. Las ciudades vinculadas a un mercado local y en algunos casos regional presentan afectaciones bajas, como Orizaba, Córdoba, Oaxaca, Coatzacoalcos, Villahermosa y Tuxtla Gutiérrez.
Sin embargo, sólo los gobiernos de siete ciudades que respondieron la encuesta han formulado estrategias que efectivamente promueven una nueva forma de intervención en el territorio y que en el mediano y largo plazos constituyen medidas de cambio estructural que reposicionarán a esas urbes a escala regional e internacional: DF, Juárez, Matamoros, Manzanillo, Tula, Puerto Vallarta y Celaya; mientras otras ni siquiera cuentan con un plan de acción, señalaron.