Pekín, 12 de julio. Autoridades prohibieron las reuniones públicas en Urumqi, una semana después de los disturbios interétnicos que dejaron al menos 184 muertos y mil 680 heridos en la capital de la provincia autónoma de Xinjiang, en el noroeste de China, donde este domingo se descartó que una explosión en una fábrica de químicos fuera un acto terrorista.

El estallido de un tanque de petróleo en una fábrica de China National Petroleum Corporation no dejó víctimas, pero provocó alarma antes de que la dirección del establecimiento asegurara que el estallido fue accidental.

El vicedirector de la empresa, Liu Jiyuan, descartó cualquier acto terrorista. Se trató de un incendio que fue extinguido de inmediato, dijo a su vez la policía, e indicó que por el momento se desconocen las causas del accidente.

Las autoridades de Urumqi aseguraron anoche que mantienen el control de la ciudad y anunciaron que los desfiles, marchas de protesta o manifestaciones en las calles requerirán permiso de la policía que, dijeron, dispersará cualquier concentración ilegal.

Así, la Plaza del Pueblo de Urumqi, que fue el centro de las protestas tanto de hanes como de uigures, estaba cerrada hoy, luego que la semana pasada estallaron disturbios cuando la policía sofocó una manifestación de la minoría uigur, que protestaba por un reciente ataque a trabajadores de esa etnia en una fábrica en el sur de China, donde dos de los empleados murieron.

Según el más reciente balance oficial, los disturbios dejaron 184 muertos: 137 hanes, 46 uigures, la etnia musulmana y turcófona mayoritaria en Xinjiang, y uno es hui, otra etnia minoritaria musulmana china, pero el presidente del gobierno de Xinjiang, Nur Bekri, revisó al alza la cifra de heridos proporcionada el 5 de julio de más de mil 80 para ubicarla en mil 680.

La disidencia uigur en el exilio, por su parte, habla de miles de muertos. En entrevista para la revista alemana Focus, Rebiya Kadeer, líder disidente uigur en el exilio, llamó a Estados Unidos a comprometerse en favor del pueblo uigur, con acciones concretas como abrir un consulado en Urumqi.

En Estambul, unas 10 mil personas se manifestaron contra los actos de violencia en Xinjiang y para denunciar la represión de las autoridades chinas, mientras Irán condenó la horrible represión. La región uigur ha sido conocida como el Turkestán del este.