Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Nuevo León, Quintana Roo y el Distrito Federal padecen con mayor intensidad los efectos de la crisis, debido a que sus economías tienen fuerte dependencia de sectores como la maquila, la industria automotriz y el turismo, rubros que presentan fuertes vínculos con el ciclo económico estadunidense, señala un estudio de Bancomer.

El grupo financiero sostiene además que la contracción en la actividad manufacturera y en la industria automotriz ha tenido importantes repercusiones en los estados donde se ubican las plantas de ensamble, así como en los del norte del país, con gran presencia de maquiladoras.

Agrega que Quintana Roo y Baja California Sur también podrían resultar severamente afectados debido a su fuerte dependencia del turismo, por la caída del sector durante este año.

En estados como Chihuahua y Puebla, donde cerca de 30 por ciento del producto interno bruto (PIB) de la entidad proviene de la industria automotriz, la afectación será considerable, ya que el sector podría reducir sus niveles de producción hasta 60 puntos porcentuales en este año, añade el estudio.

Entre los estados más afectados por la crisis aparecen también Campeche y Tabasco, entidades eminentemente petroleras y con fuerte dependencia de las transferencias federales.

En el caso de estos dos estados, asociados a actividades primarias además de la actividad petrolera, el estudio apunta que no tienen vinculación aparente con Estados Unidos; es decir, que ambas se mantienen al margen de lo que ocurra con la economía del país vecino.

Para su mala fortuna, sin embargo, lo anterior no necesariamente las deja mejor posicionadas que al resto, sobre todo cuando el soporte de sus economías, la actividad petrolera, viene reduciendo sus niveles de producción a tasas aceleradas en los últimos años, expone el documento de Bancomer.

Aunque son entidades con mayor nivel de desarrollo, el Distrito Federal y Nuevo León también son severamente afectadas, debido a la fuerte contracción en la demanda, agrega el análisis del grupo financiero.

En lo referente a las remesas, señala que, debido a la depreciación de la moneda mexicana, los dólares enviados por connacionales que viven en el exterior tendrán mayor poder adquisitivo en términos reales, por lo que, pese a su caída, esos envíos de dinero podrán ser un amortiguador del choque externo.

Derivado de lo anterior, a pesar de que todas las entidades del país reciben esos flujos de ingresos, los estados cuya única fuente de vinculación con Estados Unidos son las remesas tendrán una contracción menor que la del PIB nacional, debido a que su grado de exposición es relativamente bajo, abunda el documento.

En esta situación se encuentran Zacatecas, Michoacán, Durango, Hidalgo, Guerrero y Tlaxcala, que han sufrido caídas en la cantidad de dinero que reciben, pero sensiblemente menores que el promedio nacional.

En situación similar se encuentran Querétaro, San Luis Potosí, Morelos y Aguascalientes, para las cuales, pese a tener algo de industria, el peso de las remesas domina.

Finalmente, según el grupo financiero, 14 entidades (Sinaloa, Colima, Chiapas, Oaxaca, Tamaulipas, estado de México, Jalisco, Nayarit, Sonora, Yucatán, Baja California, Coahuila, Veracruz y Guanajuato) tendrán una caída similar al PIB nacional.