Exige al grupo guerrillero colombiano liberar a 24 uniformados y entregar tres cadáveres
El padre de Pablo Moncayo, uno de los militares secuestrados, cuestiona postura del presidente
Jueves 9 de julio de 2009, p. 26
Bogotá, 8 de julio. El presidente colombiano, Álvaro Uribe, aceptó la participación de la senadora Piedad Córdoba en la liberación unilateral de secuestrados de las Fuerzas Armada Revolucionarias de Colombia (FARC), pero supeditó su gestión a que el grupo rebelde ponga en libertad a los 24 policías y militares que mantiene en su poder y no sólo dos uniformados.
Uribe reconsideró así su rechazo a la exigencia del grupo rebelde para que Córdoba participe en un operativo de liberación, pero pidió que junto con los 24 militares entregue también los cuerpos de tres uniformados que murieron en cautiverio, uno de ellos fusilado por los rebeldes.
El presidente expresó que Córdoba tiene el aval del gobierno parta hacer las gestiones pertinentes con el Comité Internacional de la Cruz Roja y la iglesia Católica, para la liberación de los rehenes.
Tras el anuncio hecho hoy por Uribe, la senadora solicitó al presidente, en una carta, discutir la propuesta de la FARC sobre un canje de los 24 rehenes por guerrilleros, que el mandatario excluyó al exigir al grupo guerrillero la liberación unilateral, y celebró que se le hubiera autorizado participar en la eventual entrega de los dos militares.
En abril pasado, las FARC anunciaron que entregarían al cabo del ejército Pablo Emilio Moncayo, uno de los dos rehenes que más tiempo han tenido en su poder, y hace diez días informaron que también liberarán al soldado Josué Clavo, quien fue capturado herido el 20 de abril.
Para la entrega de los rehenes, la guerrilla pidió la participación de Córdoba en el operativo, así como del padre del militar secuestrado, Gustavo Moncayo, lo que fue rechazado por el mandatario.
El anuncio del presidente desencadenó reacciones optimistas entre representantes de diversos sectores sociales, pero la oposición la calificó de cortina de humos
. La senadora y precandidata presidencial por el liberalismo, Cecilia López, dijo que Uribe busca desviar la atención ante la polémica por la enmienda constitucional que permitió su relección en 2006, en medio de denuncias de que el gobierno dio dádivas a congresistas para conseguir respaldo.
Gustavo Mocayo declaró a su vez que la posición de Uribe en nada contribuye a la libertad de su hijo y le pidió que deje de poner trabas.