Parte del Ajusco está a punto de desaparecer gracias al ex delegado de Tlalpan, Guillermo Sánchez Torres, quien durante su administración autorizó la construcción de un incinerador de basura, edificios que albergarán oficinas al estilo Santa Fe, casas de interés social y dos gasolineras, denunciaron pobladores de San Miguel Ajusco.

Lo que más les preocupa, señalaron, es que con estos proyectos se acabará con las zonas rurales de la delegación Tlalpan, que representan uno de los pulmones más importantes que le quedan a la ciudad y donde, dijeron, se infiltra 60 por ciento de toda el agua que llega a los mantos freáticos del Distrito Federal.

Temen que con la llegada del ex delegado Guillermo Sánchez a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) se apruebe el nuevo programa de desarrollo de la demarcación, que propone cambiar el uso de suelo en zonas donde Sánchez Torres tiene negocios.

Clara Elvia Tapia, líder vecinal, denunció que en un terreno ubicado en el Camino Viejo a Cuernavaca, a un lado de la ciclovía, se prevé, gracias a Sánchez Torres, la construcción de una zona de oficinas con edificios de 20 a 25 pisos, e incluso, enfatizó, “un circuito para los carros que vengan a este centro de negocios.

Lejos de construcciones, aquí queremos reforestación y que nos den cursos para recuperar las zonas boscosas que se han perdido; queremos mantener viva la ecología y los mantos acuíferos y hacer proyectos donde la lluvia se recolecte y se pueda usar en temporada de estiaje, señaló.

Aspecto de las zonas donde, según los vecinos, se planea cambiar el uso de suelo para construir edificios de oficinas y un incinerador de basura, de acuerdo con un proyecto aprobado por el ex delegado de Tlalpan Guillermo Sánchez TorresFoto Cristina Rodríguez

Por su parte, Patricia Vidales, de la asociación Salvemos Tlalpan, y pobladores de Jardines de San Juan, manifestaron su rechazo a la instalación de un centro integral de reciclaje y energía en dicha colonia, porque ocasionaría una grave contaminación del aire no sólo en Tlalpan, sino en toda la ciudad de México.

Además, señaló Vidales, la basura incinerada produce residuos altamente contaminantes que desertifican la zona en la que caen y llegan al subsuelo, con lo que ponen en riesgo los suelos de recarga acuífera de Tlalpan, y agregó que no permitirán que pase lo mismo que en Tláhuac, donde ya se instaló un incinerador.

El ex delegado no sólo permitió estos ecocidios, acusó Jorge Reyes, sino que, mediante prestanombres, mandó construir dos gasolineras, una ubicada en avenida México, y otra en la carretera Picacho Ajusco, que representan un foco más de contaminación en la zona.

En tanto, pobladores de San Miguel Ajusco denunciaron que existe el rumor de que en terrenos agrícolas ubicados en la avenida Tláloc se construirán casas de interés social. De ser así, dijeron, nos vamos a oponer a éste y a otros proyectos que atenten contra esta zona.