Aproximadamente 500 militantes del Partido Acción Nacional (PAN), encabezados por funcionarios del gobierno de Jalisco, ocuparon la sede del Comité Directivo Estatal y soldaron sus puertas, en demanda de la renuncia de su dirigente en la entidad, Eduardo Rosales Castellanos, a quien culpan de la derrota electoral, que incluye la pérdida de la alcaldía de Guadalajara y de cuatro municipios más de la zona metropolitana.

Dos horas después, otros tantos panistas identificados con Rosales Castellanos y con el ex gobernador Francisco Ramírez Acuña llegaron a Casa Jalisco para exigir al mandatario estatal, Emilio González Márquez, que reconozca que sus errores (entre ellos la mentada de madre que recetó a sus críticos el año pasado y las donaciones del erario a la Iglesia católica) pesaron en los electores para votar por el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Los panistas le mentaron la madre hasta que se cansaron a González Márquez, quien se encontraba en la ciudad de México junto con el resto de los gobernadores panistas para apoyar a su ahora ex líder nacional, Germán Martínez Cázares.

Después de golpear la puerta de la residencia oficial, los manifestantes colocaron a la entrada una lata de cerveza y un cartón de huevos. El diputado federal Gildardo Guerrero Torres pidió que González Márquez fuera responsable y dejara atrás la soberbia que manifestó el lunes, cuando declaró que el gobierno estatal no tuvo la culpa del descalabro electoral, que era un problema del partido. Los manifestantes corearon consignas en apoyo al líder estatal, Rosales Castellanos.

Antonio Gloria Morales, coordinador de Políticas Públicas del gobierno del estado, dijo que Rosales Castellanos y todo el Comité Directivo Estatal debían renunciar por congruencia, siguiendo el ejemplo de Germán (Martínez), y para que el partido se restructure.

Alberto Jiménez, operador de Herbert Taylor, coordinador de Innovación y Desarrollo del gobierno del estado, declaró que los panistas no dejarían el edificio hasta que Rosales Castellanos renuncie.

Primero nos mientan la madre y ahora quieren apropiarse del partido, respondió Rosales Castellanos en un programa radiofónico. Reveló que Fernando Guzmán Pérez Peláez, secretario de Gobierno, y Alonso Ulloa Velez, secretario de Promoción Económica, acordaron apoderarse de la sede estatal del PAN.

En la ciudad de México, la dirigencia nacional del PAN rechazó cualquier confrontación o división entre panistas. En un comunicado, reiteró el llamado que hizo el dimitente Germán Martínez para que la reflexión sobre las causas internas y externas de la derrota electoral sea ordenada, institucional y constructiva, para fortalecer la unidad interna. Dicha convocatoria tuvo el respaldo de los gobernadores y los líderes de los grupos parlamentarios en San Lázaro y el Senado, dijo.

Castigo a la soberbia

Los consejeros panistas de Tamaulipas Guadalupe Soto, Rogelio Nájar, Maglio Murillo, José Luis Guzmán y Silvano Flores, entre otros, pidieron al dirigente estatal de su partido, Francisco Garza de Coss, que por dignidad dimita, debido a su responsabilidad por los resultados vergonzosos en la elección de cinco diputados federales en esa entidad.

El dirigente panista en Querétaro Edmundo Guajardo Treviño, debe renunciar por vergüenza, coincidió a su vez el diputado local Fernando Urbiola Ledesma. La molestia ciudadana que se reflejó en las urnas es por la soberbia de los gobernantes panistas, dijo.

El diputado local yucateco Julio Garrido Rojas demandó la dimisión inmediata de Magaly Cruz Nucamendi, dirigente estatal del blanquiazul, por la pérdida de los cinco distritos electorales en disputa en esa entidad.

Mauricio Ferrer, Juan Carlos G. Partida, Martín Sánchez, Mariana Chávez y Luis A. Boffil