Un enorme condominio prehispánico con ofrendas rituales, así como recintos que albergan vestigios de sacrificios humanos que se remiten a la época del emperador mexica Moctezuma I, fueron descubiertos seis metros bajo tierra frente al Templo Mayor, principal centro ceremonial de la otrora gran Tenochtitlán.

Las excavaciones que se realizan en el corazón del Centro Histórico capitalino –desde el hallazgo del colosal monolito de Tlaltecuhtli, en el predio las Ajaracas, en octubre de 2006– han arrojado innumerable e invaluable información arqueológica, expresó en entrevista Alfonso de Maria y Campos, director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

El titular del instituto, quien ha estado en el ojo del huracán por el polémico montaje de luz y sonido en Teotihuacán, reveló que los avances en las investigaciones en el Templo Mayor tenochca caminan de manera meticulosa y prevé que para mediados de 2010 sean difundidos los resultados finales sobre la búsqueda de los restos mortales de tlatoanis aztecas o del rey Ahuízotl, primera hipótesis formulada por los arqueólogos Eduardo Matos Moctezuma y Leonardo López Luján.

Para agosto próximo, los expertos del INAH podrían adelantar algunos resultados preliminares emitidos tras analizar las evidencias prehispánicas del caso Tlaltecuhtli, en laboratorios estadunidenses y mexicanos.

Teotihuacán ya está limpio

Las excavaciones que encabeza López Luján, explicó De Maria y Campos, están en el nivel de la época de Moctezuma I, muy anterior a la que habíamos previsto; además se ha detectado un enorme condominio con ofrendas, a cinco o seis metros de profundidad, así como lugares de sacrificios descubiertos enfrente del Templo Mayor.

Esta semana, dijo el funcionario, también se inició la ampliación de la entrada al sitio arqueológico de Templo Mayor, que se extenderá muy cerca de la Catedral Metropolitana.

En el caso Teotihuacán, De Maria y Campos aclaró que el espectáculo multimedia Resplandor teotihuacano se encuentra suspendido y que las pirámides del Sol y de la Luna ya no tienen ninguna lámpara y el sitio prehispánico está limpio.

Además, el funcionario federal dijo que el INAH negocia la expropiación de tierras con las comunidades aledañas al sitio arqueológico enclavado en el estado de México, las cuales serán a muy buen precio.

El problema (en Teotihuacán) tiene una fuerte carga ideológica y filosófica. En el instituto existe una fuerte tendencia a rechazar el uso del patrimonio más allá del patrimonio mismo, lo cual significa que es rechazado por algunos grupos. La realidad es que cuando llegan visitantes al sitio se beneficia a las comunidades circundantes.

De Maria y Campos también dijo que aunque el proyecto está suspendido, la arqueóloga Nelly Robles trabaja en la elaboración del plan de manejo de Teotihuacán. Actualmente no hay ningún problema en Teotihuacán; además está suspendido el proyecto multimedia y sólo existe la discusión teórica de si se va a continuar o no.

El plazo fijado para septiembre próximo será un primer corte para evaluar las modificaciones que el gobierno del estado de México realice a Resplandor teotihuacano, según las recomendaciones vertidas por el Grupo Técnico Evaluador, conformado por el INAH. No hay interés para que esto salga de inmediato, puntualizó.

–Respecto del caso Teotihuacán, ¿la UNESCO solicitó documentos al INAH?

–Sí, el organismo está perfectamente informado y no hay nada. La observación principal –que viene desde hace años– no es luz y sonido, sino el crecimiento urbano y el plan de manejo. En ese sentido, estamos dialogando con diversos sectores para la compra de tierras y que sea una expropiación consensada en el barrio de La Purificación. Estamos ofreciendo comprar a muy buen precio, con base en los respectivos avalúos, y ampliar acuerdos con el gobierno del estado de México y municipios para lograr un amortiguamiento mayor.

Trabajo con el sector turístico

–En torno al turismo cultural, ¿se continúan generando proyectos?

–Éste es un tema que internamente también genera contradicciones, pero la dirección del instituto está completamente convencida y ha trabajado de la mano con el sector turístico. Toda la discusión de Lázaro Cárdenas sobre la ley del INAH se refiere a la necesidad de apoyar el turismo a través del trabajo arqueológico, porque coincidía en ese momento con la tumba 7 de Oaxaca y la gran afluencia de visitantes.

Hoy día, explicó, es una realidad económica, no intelectual y enorme, que el turismo genera trabajos con mayor celeridad. “El turismo cultural –no el de sol y playa– genera recursos dos veces más.”

Por esa razón, finalizó el titular del INAH, el patrimonio es una herramienta de desarrollo económico, pero, agregó, en debido equilibrio con la naturaleza para que no se exceda la capacidad de carga en un sitio prehispánico, como podría suceder en las cerca de 30 zonas arqueológicas que son las más visitadas en el país, de las 173 que están abiertas al público.