La fracción del PRD en el Senado insistirá en la urgencia de valorar la salida del Ejército de tareas de lucha contra el narcotráfico, para que en el corto plazo los militares regresen a sus cuarteles y sean cuerpos policiacos capacitados los responsables de enfrentar el crimen organizado.

En el caso de Guerrero, advirtió el senador Lázaro Mazón, se multiplican las violaciones a derechos humanos cometidas por elementos castrenses, por lo que es urgente que salgan de la entidad.

Señaló que persiste el riesgo de que se repitan hechos lamentables, como el acontecido el pasado 20 de junio en un retén militar, donde más de 30 soldados dispararon contra un autobús que ya habían inspeccionado. Una de las balas hirió al indígena Porfirio Rubio, quien luego perdió la vida.

A ello se suman en Guerrero una larga serie de acciones militares que sólo perjudican el estado de derecho y la libertad de la población civil, pues en ocasiones los soldados detienen a viajantes por el hecho de vestir calzado tipo militar.

El senador Mazón agregó que la situación en esa entidad es muy delicada, por lo que es indispensable evitar que se produzcan nuevos incidentes, que no haya impunidad y se castiguen las violaciones de derechos humanos cometidas por fuerzas militares.

El combate al crimen organizado puede darse –agregó– mediante una acción conjunta entre las policías federal y local, con el propósito de restablecer la tranquilidad ciudadana.