Tegucigalpa, 4 de julio. Las autoridades que asumieron el poder en Honduras tras derrocar al presidente Manuel Zelaya admitieron que la débil economía del país soportará al menos seis meses las sanciones que la comunidad internacional pretende imponerle, como la suspensión de la ayuda de Estados Unidos y Europa, los desembolsos de la banca multilateral y el envío de petróleo venezolano.

Sin duda podremos finalizar un año fiscal de seis meses. Con la cantidad de problemas que hay es un reto enorme, pero tenemos toda la voluntad y el empeño que nos pidió el presidente (Roberto) Micheletti, aseguró a periodistas Gabriela Nuñez, nombrada en el gabinete golpista.

Entre los retos más urgentes, Nuñez mencionó la elaboración de un presupuesto, ya que el gobierno de Zelaya omitió enviarlo al Congreso, pese a que debía elaborarse en 2008, e iniciar acercamientos con la banca multilateral.

Organismos como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) han suspendido sus desembolsos hacia Honduras. Vamos a explicarles la situación y esperamos que entenderán, señaló Nuñez.

El gobierno hondureño de facto no es reconocido por la OEA, que exige la restitución de Zelaya en el poder y amenaza con imponer un bloqueo económico, que podría ahondar las dificultades para un país donde 60 por ciento de la población (7.5 millones) vive en la pobreza y cuya economía depende de las remesas de los emigrantes (2 mil 500 millones de dólares en 2007) y la ayuda internacional.

Una primera sanción de los países de Centroamérica, que cortaron durante 48 las fronteras para el comercio, ya fue superada. El presidente de la Asociación Nacional de Industriales de Honduras, Adolfo Facussé, señaló que esa medida, criticada por los empresarios de la región, afectaba más a los países que la impusieron que a Honduras. Por su ubicación geográfica, este país es punto obligado de tránsito para el comercio intrarregional.

El presidente venezolano Hugo Chávez suspendió el suministro de petróleo, equivalente a unos mil 500 millones de dólares anuales, que su país entregaba a Honduras a un precio subsidiado.

Pero el gobierno de Micheletti dijo que no hay desabasto y que ya entraron en contacto con empresas de México y Colombia, que podrían suministrar el crudo.

Honduras tiene cómo resistir un bloqueo comercial por seis meses (hasta que se posesione en enero un nuevo presidente elegido en comicios, cuya realización ya estaba prevista) y por mucho tiempo más, dijo Santiago Ruiz, presidente de la Federación Nacional de Agricultura.

El presidente del Colegio de Economistas de Honduras, Manuel Bautista, dijo que existen razones para mantener el optimismo. El nivel de reservas internacionales asegura mantener el tipo de cambio actual (de unas 18.5 lempiras por dólar) y también hay solidez del sistema financiero, que tiene un exceso de liquidez, explicó.