Panamá, 2 de julio. El presidente hondureño, Manuel Zelaya, destituyó desde Panamá a los embajadores de Honduras en Washington y Bruselas porque defienden y se han puesto a las órdenes de las autoridades golpistas de Tegucigalpa, informó hoy la vicecanciller del gobierno constitucional, Beatriz Valle.

Zelaya, quien se encontraba en Panamá, tomó la decisión de destituir a los embajadores en Estados Unidos, Roberto Flores, y en Bruselas, Ramón Custodio, porque andan por ahí diciendo que esto no es un golpe, señaló la diplomática.

El embajador hondureño en Washington regresó a Tegucigalpa a ponerse a las órdenes de las nuevas autoridades que han sustituido desde el domingo a Zelaya, objeto de un golpe ejecutado por militares y ordenado por la justicia, dijo la vicecanciller.

Valle se encuentra actualmente escondida en Honduras, como la mayoría de los funcionarios del gobierno de Zelaya, por falta de garantías constitucionales, dijo. Nos comunicamos entre nosotros, pero no nos decimos dónde estamos por razones de seguridad, precisó.

Tras asistir a la toma de posesión del nuevo presidente panameño, Ricardo Martinelli, Zelaya insistió en que regresará a Honduras a reasumir su mandato una vez que se cumpla el ultimátum de 72 horas dado ayer al régimen golpista por la Organización de Estados Americanos (OEA) para su restitución.

Señaló que retornará en nombre de principios políticos que no pueden ser cuestionados, y que lo hará acompañado de otros mandatarios, artistas y premios Nobel de la Paz como la guatemalteca Rigoberta Menchú. Añadió que son ilegales, nulos e improcedentes todos los actos del gobierno de facto, y advirtió que los golpistas tendrán que rendir cuentas ante tribunales.

En tanto, una declaración de la Unión Europea (UE) dio a conocer que todos los embajadores de las 27 naciones que conforman ese bloque han salido de Honduras, luego que habían adoptado inicialmente esa decisión España, Italia y Francia en repudio al golpe de Estado.

La UE expresó su profunda preocupación por la crisis política en el país centroamericano, y urgió a todos los partidos e instituciones relevantes a abstenerse de la violencia y esforzarse en encontrar una solución rápida y pacífica a la actual situación.

El ministro sueco de Relaciones Exteriores, Carl Bildt, luego de asumir la presidencia rotativa semestral del bloque, informó sobre la decisión de los embajadores europeos de dejar Honduras en medio de un clima de incertidumbre ante los acontecimientos.

A su vez, la investigadora estadunidense Eva Golinger aseguró que la base militar estadunidense de Soto Cano, en territorio hondureño, desempeñó un papel fundamental en el derrocamiento de Zelaya. Además, apuntó, Zelaya quería desde la época de George W. Bush convertir esa base en un aeropuerto civil internacional, con financiamiento de la Alianza Bolivariana para las Américas (Alba).

En tanto, el diputado venezolano Adel el Zabayar reveló la implicación de la inteligencia israelí (Mossad) en el golpe, al referirse a intensos movimientos en la embajada de Israel con sectores opositores, incluido el usurpador Roberto Micheletti.