Al cumplirse ayer un año del charrazo orquestado por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en contra de la sección 9, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) aseguró que continuará su lucha para que se reconozca a la dirigencia democrática en esa sección y por ello buscará ganar el amparo interpuesto en contra de la dirigencia espuria.

En este contexto, ayer por la tarde integrantes de la CNTE se manifestaron sobre la calzada de Tlalpan, a las afueras de las instalaciones desde donde opera esta dirigencia afín al SNTE, el cual encabeza Elba Esther Gordillo. Hasta allí trasladaron a dos monigotes de casi un metro de altura que representaban a la maestra y al presidente Felipe Calderón, los cuales fueron elaborados por maestras de prescolar.

Al respecto, el maestro Pedro Hernández, secretario de organización de la sección 9, precisó que el hecho de que ambas figuras estén en actitud de boda es para evidenciar el contubernio existente entre el gobierno federal y Elba Esther.

Apuntó que la CNTE no aceptará al comité espurio de Gordillo y criticó que éste violente nuestro derecho a nombrar a nuestros representantes, por lo que continuaremos con la lucha y sobre todo con el resguardo a las instalaciones de Belisario Domínguez 32, las que hoy (ayer) se declararon como sede nacional de la CNTE.

Hernández recordó la forma en que el SNTE intentó desconocer la dirigencia elegida por la base magisterial, y en tal sentido expuso que luego de que unos 200 golpeadores del SNTE tomaron las citadas instalaciones el primero de julio de 2008, Gordillo instaló a la dirigencia espuria, encabezada por María Teresa Pérez.

Indicó que dicho comité no tiene reconocimiento por parte de los maestros de base pese a tener todos los recursos a su alcance, y acotó que en tal sentido exigen que el sindicato magisterial reconozca al comité democrático, el cual está encabezado por Francisco Bravo.