Entraron 1,900 mdd por ese concepto, un descenso de 19.86 por ciento, reporta
Se acumularon 7 meses consecutivos de retroceso de esos ingresos hacia el país, dice el banco
Jueves 2 de julio de 2009, p. 29
El ingreso de divisas por remesas registró en el último mes la mayor caída desde que hace 12 años se empezó un registro oficial sobre los recursos que los mexicanos que trabajan en Estados Unidos envían a sus familiares, informó este miércoles el Banco de México (BdeM).
En mayo pasado las remesas fueron de mil 900 millones de dólares, un descenso de 19.86 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2008, la mayor caída anual desde que en enero de 1996 el Banco de México comenzó a dar seguimiento al flujo de estos recursos.
La caída muestra la severidad con la que la crisis económica en Estados Unidos afecta a los mexicanos que trabajan allá y envían con regularidad dinero a sus familias en México. En los últimos años las remesas fueron un factor que influyó en el aumento de la capacidad de consumo de millares de familias que las reciben y, además de contribuir a la estabilidad financiera y del tipo de cambio, sirvieron para reducir la pobreza e impulsar el crecimiento del mercado interno.
Entre enero y mayo, el monto de las remesas, la principal fuente de divisas del país después del petróleo, fue de 9 mil 154 millones de dólares, 11.25 por ciento menos que en el mismo periodo de 2008, añadió el banco central.
La crisis económica en Estados Unidos provocó desplomes en la actividad de la construcción y la industria manufacturera de aquel país, donde hay una mayor presencia relativa de trabajadores mexicanos, de acuerdo con el Banco de México. Lo anterior ha propiciado en aquel país que la tasa de desempleo de los trabajadores migrantes mexicanos sea más elevada que la correspondiente a la fuerza laboral total.
Hay que agregar que la presencia de controles oficiales más estrictos por las autoridades de Estados Unidos en los lugares de trabajo, y aún en zonas residenciales de aquel país, así como una búsqueda más intensa de trabajadores indocumentados mexicanos, ha implicado que éstos encaren mayores dificultades para encontrar ocupación
, mencionó el banco central en un reporte en el que analiza el comportamiento de las remesas en 2008.
De acuerdo con datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos, 13 de cada 100 empleos en la industria de la construcción y siete de cada 100 en la de manufactura estaba ocupado a finales del año pasado por inmigrantes mexicanos. Al cierre de 2008, la tasa de desempleo de mexicanos que viven en Estados Unidos llegó a 7.70 por ciento, un aumento de 2.34 puntos, respecto del nivel de fines de 2007.
Con el resultado de mayo, se acumularon siete meses en que de manera consecutiva se registran caídas a tasa anual en los recursos que ingresan como remesas familiares, informó el BdeM. Sin embargo, el organismo destacó que las remesas de mayo, de mil 900 millones de dólares, superaron ligeramente a las de abril pasado, que fueron de mil 779 millones; aunque se situaron en un nivel inferior a las de marzo, de 2 mil 104 millones de dólares.
El monto de recursos que los trabajadores emigrantes mexicanos envían comenzó a disminuir a finales de 2006, después de haber registrado tasas de crecimiento anual hasta de 65 por ciento, como ocurrió en agosto de 2003.
Todavía en 2006 se observó un aumento en las remesas a tasas de dos dígitos, para comenzar a disminuir paulatinamente, aunque nunca en las proporciones observadas en mayo. México es el segundo receptor de remesas en el mundo, después de India, con 25 mil 137 millones de dólares en 2008. Esa cantidad fue inferior en 3 por ciento a la de 2007.
Crece pesimismo entre expertos
Especialistas en economía, nacionales y extranjeros, consultado a finales de junio por el Banco de México estimaron que el producto interno bruto (PIB) del país tendrá una contracción este año de 6.3 por ciento, una revisión a la baja de medio punto respecto del 5.8 por ciento estimado en la encuesta de mayo.
Los especialistas de 30 grupos de análisis, que fueron consultados entre el 18 y 29 de junio pasados, estimaron que este año serán despedidos 656 mil trabajadores que tenían una ocupación en el sector formal de la economía.