Aficionados, altitud y contaminación, las armas hasta ahora para vencer a EU
on el orgullo herido y tras una gran reacción, Brasil salvó el honor en Johannesburgo y devolvió el orden al mundo del futbol. Sin embargo, Estados Unidos, rival de México el 12 de agosto en eliminatorias mundialistas, fue la indiscutible revelación de la Copa Confederaciones. Lo vimos partir como a un equipo de relleno y regresa como un gigante, un poco frustrado, pero cimbrando el suelo a cada paso.
El equipo de las barras y las estrellas demostró su gran capacidad basada en orden táctico, fuerza física y letal efectividad en el contragolpe. Luego de tal demostración queda refundida en la lista de pretextos la frase tan socorrida por muchos estrategas: Perdimos, pero tuvimos mucha llegada y eso me dice que vamos por buen camino...
¿De qué sirve llegar si no se tiene la capacidad de concretar?
Las alarmas en el Tri siguen encendidas. Aún no se tiene un plantel trabajado como para dar confianza hacia lo que resta del hexagonal y lo increíble de esta historia, el colmo de la liviandad, es que el titular de la comisión de selecciones, Néstor de la Torre, ya está en Sudáfrica buscando casa para el Mundial... aunque no ha aclarado si será para el Tricolor o para la numerosa misión de pantalón largo.
Los experimentos y la observación de jugadores son, en efecto, una prerrogativa del director técnico, pero la situación de apremio no permite hoy ese lujo. Es obligado sacar del plantel que afrontará la Copa de Oro una base para seguir en la eliminatoria mundialista, a la cual sólo habría que añadir tres o cuatro europeos
, los de mayor consistencia, con Andrés Guardado y Rafael Márquez a la cabeza.
Todavía hay quienes culpan a Hugo Sánchez, quien perdió el boleto para la Confederaciones y para Pekín 2008. La falla es de fondo: estructura, planeación y trabajo. Al 2009 le restan dos torneos de gran cartel, el Mundial Sub-20 en Egipto, al que el Tri no irá, y el de Nigeria Sub-17, al que sí se acudirá gracias a que la eliminatoria fue en México. En ambos, Estados Unidos es infaltable.
La Federación Mexicana de Futbol y las televisoras siguen matando a la gallina de los huevos de oro y su esperanza para el choque ante los pupilos de Bob Bradley se reduce a que la entusiasta y fiel afición llene el estadio Azteca, a que la contaminación y la altura los ataranten. Ya hasta cambiaron el horario, de una fresca noche al infierno de las 15 horas. Por lo pronto esas son las principales armas.
Los equipos ultiman detalles en sus planteles rumbo al torneo Apertura 2009. El América, una vez más, promete refuerzos espectaculares. Lo más seguro es que sólo lo sean en sueldos, como fue la historia del Pelado Díaz, igual se anunció en su momento el arribo de Jean Beausejour, Fernando Ortiz y Édgar Castillo; los últimos dos se van porque el técnico no supo manejarlos.
Cruz Azul, otro de los equipos grandes al que le urge ganar un título, también hizo una fuerte inversión en los contratos del portero Jesús Corona y del atacante Ramón Núñez. Todavía espera a dos foráneos; no obstante, en La Máquina se percibe un trabajo mejor planeado bajo la batuta de Enrique Meza y Daniel Ipata.
Chivas y Pumas, entre los de gran convocatoria, no tendrán refuerzos. Ambos apuestan por la cantera. Hay una diferencia crucial: el campeón Tuca Ferretti tiene respaldo absoluto de su directiva, mientras Francisco Ramírez está a la deriva ante los caprichos de sus patrones Jorge Vergara y Angélica Fuentes; por lo pronto, ya superó el rumor de que renunciaría cuando le cesaron al preparador físico.
Parece que el Atlas por fin buscará el título que se le ha negado durante más de medio siglo. Ricardo La Volpe cosecha parte del trabajo del Chelís Sánchez Solá al hacer volver al renovado Daniel Osorno. Con aire de nostalgia regresa a viejas promesas, antiguos conocidos, como Miguel Zepeda y Mario Méndez. Pero no deja su afán de cobijar a la familia, ya están con él sus yernos Flavio Davino y Rafael García.
Tigres es de los que mejor se reforzó entre los que peligran en la tabla del descenso. Adquirió a David Toledo, Fernando Ortiz, Lucas Ayala e Itamar Batista, entre otros. Indios fichó al explosivo Alain Nkong y al portero César Lozano; el benjamín Querétaro se hizo del zaguero Joaquín Beltrán, mientras Puebla espera ver tomar su tercer aire al veterano delantero Jared Borgetti.