En una década, en el país se duplicó la generación de envases de agroquímicos; hoy, el reto es retirar y llevar a los centros de recolección temporales y posteriormente a plantas cementeras más de seis millones de toneladas de ese tipo de desechos.

Martín Torres Prieto, director general de la empresa Quimical e integrante de la Asociación Mexicana de Industria Fitosanitaria (AMIFAC), dijo que a partir de la construcción de centros de recolección temporales el acopio se elevó 40 por ciento, aunque requiere acelerar el ritmo.

Tras recibir el premio al respeto ambiental 2009 de Dupont, Torres Prieto asentó que las empresas agrícolas deben ayudar a preservar el entorno, pues la sustentabilidad es uno de los compromisos con la comunidad.

Según datos de la AMIFAC, hasta 1996 se tenía un registro de tres mil toneladas de envases de agroquímicos vacíos en el campo; las entidades donde se generaba el mayor volumen eran Chihuahua, Zacatecas, Jalisco, Michoacán, Tamaulipas, Veracruz, Oaxaca, Chiapas, Baja California Norte, Durango, Nayarit, Nuevo León, San Luis Potosí, Guerrero, Campeche y Yucatán.

A partir de 2005, con el programa Campo limpio se inició la construcción de centros de recolección temporales, donde se acumulan los recipientes, que previamente pasan por la técnica del triple lavado. Actualmente existen 27 centros, la mayoría operados por la AMIFAC.

Torres Prieto agregó que en Baja California –donde se ubica Quimical– hay dos centros de acopio. El más reciente se localiza en San Quintín, en cuya construcción se invirtieron 800 mil pesos; además, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación se comprometió a destinar 5 millones de pesos para capacitar a jornaleros agrícolas y campesinos en el sistema del triple lavado. Lograr que una empresa sea sustentable es bueno para las personas, el medio ambiente y para los negocios, sostuvo.

Por su parte, el director de DuPont productos agrícolas para México, Centroamérica, Caribe y Región Andina, Roberto Gieseman, dijo que se trabaja con los distribuidores de agroquímicos de la empresa para promover la productividad del campo de un modo seguro.

Recordó que la semana pasada se inició la comercialización en México del insecticida Coragen que protege las cosechas y respeta insectos benéficos o depredadores naturales.

Tras cuatro años de investigación, dicho producto es de una generación más amigable con el medio ambiente, y se espera lograr ventas por 4.5 millones de dólares en lo que resta del año. Queremos ser aliados de los productores, y este insecticida es sumamente versátil; por su baja toxicidad es seguro para los trabajadores, el consumidor y el medio ambiente, dijo.