El sistema de salud mexicano evidenció su falta de capacidad ante la emergencia por la influenza A/H1N1 que se vivió entre abril y mayo, sobre la cual existe un subregistro de casos, coincidieron el lunes especialistas en el foro Influenza humana, evaluación preliminar organizado por La Jornada y Casa Lamm.

El anuncio inicial del titular de la Secretaría de Salud (Ssa), José Ángel Córdova, el 23 de abril generó pánico por los antecedentes que había de otras epidemias y estaba latente la amenaza de la influenza aviar, indicó Javier Flores, colaborador de La Jornada.

Entre las conclusiones preliminares que se pueden tener a dos meses de que se decretó la emergencia, está la de que hay deficiencias en la investigación científica y tecnológica, pues van dos décadas de que se desmanteló el sistema de investigación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y existe debilidad del sistema de salud, agregó.

Asa Cristina Laurell, secretaria de salud del gobierno legítimo, sostuvo en su intervención que existe un subregistro de los casos que se han presentado en el país. Recordó el estudio que publicó en abril la revista científica Science, la cual estimaba que la epidemia a finales de ese mes reportaba la presencia de 23 mil casos en México, lo cual daba una letalidad de entre 0.4 por ciento y 0.6 por ciento. Los datos reportados por el gobierno federal para esas fechas no llegaban a mil. Indicó que en Estados Unidos las cifras son 21 mil 449 casos y 87 defunciones. La tasa de mortalidad es de 0.4 por ciento, similar a lo que Science reportaba para México.

Por su parte, Catalina Eibenshutz de la Asociación Latinoamericana de Medicina Social, consideró que la epidemia puso en evidencia el desastre del sistema de salud, cuando alguien está enfermo se enfrenta a barreras en el sistema de salud. Este no puede responder a una epidemia.

El gobierno dio cifras equivocadas y aunque la respuesta que tuvo fue buena, hay una desconfianza política muy grande, y surgieron diversas versiones acerca de la epidemia, pero los muertos ahí estaban.

La respuesta de la gente, asentó, fue por miedo: se responde al terror y se obedece al gobierno.