Roma, 23 de junio. El jefe de gobierno y multimillonario italiano Silvio Berlusconi ganó pero no arrasó en la segunda vuelta de las elecciones provinciales y municipales marcadas por el escándalo sexual que lo salpica debido a sus controvertidos festines con hermosas modelos. En el último de ellos se le acusó de pagar por sexo a una prostituta de lujo.

El resultado electoral del domingo y lunes otorga ocho provincias al partido de centroderecha de Berlusconi, entre ellas Milán y Venecia, pero premia también a la centroizquierda, que se mantiene en sus bastiones municipales tradicionales de Turín, Bolonia, Florencia y Bari.

La mayoría de los editoriales de prensa coinciden en detectar un malestar entre los electores italianos contra el berlusconismo, aun cuando reconocen que no ha llegado su declive.

Lo que sí es cierto es que faltó el impulso de Berlusconi. En algunas ciudades la victoria la obtuvo por pocos votos, como en Milán, lo que podría deberse a la imagen ensombrecida del primer ministro, dijo el diario La Repubblica.

Una vez más Italia está fragmentada, dividida en dos. La centroderecha crece pero no arrasa. El sueño plebiscitario de Berlusconi se desvanece entre la enredada trama de su escándalo personal, puntualiza en un editorial de primera página el rotativo.

La baja afluencia a las urnas, con una participación de sólo 23 por ciento para el referendo sobre la reforma electoral, insólitamente bajo para un país que respeta disciplinadamente el derecho al voto, parece indicar que los italianos desaprueban la agitada vida privada de su primer ministro.

En las últimas semanas, las revelaciones en torno a su vida íntima, en particular lo relacionado con cuatro lindas jóvenes que asistieron a sus fiestas en su mansión privada de Roma, han minado la admiración que muchos italianos tenían hacia el generoso jefe de gobierno.

Calificarlo de usuario final de las escort (acompañantes remuneradas con las que el cliente puede negociar sexo en una tarifa aparte), como afirmó su abogado, desató protestas de un grupo de mujeres intelectuales, que pidieron hoy en carta abierta a las primeras damas que acompañarán en julio a los líderes del Grupo de los Ocho a la cumbre de la ciudad de L’Aquila, que no acudan a la reunión liderada por un sexista.

Alguien está detrás del escándalo, sostiene Berlusconi en la primera entrevista que concede sobre el caso a la revista de chismes Chi, publicada dos días después del resultado electoral.

Jamás he pagado a una mujer. No entiendo qué tipo de satisfacción puede haber sin el placer de la conquista, asegura.

A los 72 años, célebre mujeriego, Berlusconi se encuentra en el ojo de huracán por la mujer que dice haber sido pagada para pasar la noche con el jefe de gobierno.

Según Patrizia D’Addaria, de 42 años, la prostituta de lujo, en dos ocasiones le prometieron dos mil euros para asistir a una fiesta en la residencia romana del primer ministro Berlusconi.

Ella grabó las conversaciones que sostuvo con Il Cavaliere y tomó fotografías cuando lo volvió a ver la segunda vez, material que entregó luego a la justicia, que indaga a la persona que pagó sus servicios, Giampaolo Tarantini, conocido de Berlusconi e involucrado en un caso de sobornos.