El campeón mundial obsequió sus guantes a Marcelo Ebrard
El boxeo me apasiona, pero también hay que verlo como negocio, dijo
Martes 23 de junio de 2009, p. a15
Ni los halagos de Marcelo Ebrard y José Sulaimán hacen perder el piso al campeón mundial minimosca Édgar Sosa, quien obsequió al jefe de Gobierno capitalino los guantes con que derrotó por nocaut al panameño Carlos Melo para retener el cinturón de su división por novena vez.
Ebrard resaltó las cualidades del púgil, quien comenzó a escribir su historia en un camellón de la avenida Eduardo Molina, y dijo que a deportistas humildes como él, queremos reconocerlos, apoyarlos, darles nuestro respaldo y cariño
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Además, el mandatario local refrendó que seguirá impulsando el deporte y con mucho énfasis el de los puños, porque la capital del país se ha distinguido por ser cuna de campeones mundiales como Sosa, quien salió de la colonia Constitución.
Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), definió a Sosa como el campeón mexicano más completo del momento
, lo que provocó una leve sonrisa del púgil, quien se presentó ayer con dos vendoletas, una en la nariz y otra en la ceja derecha, producto de los cabezazos que el sábado le dio Melo.
Más tardó la presentación de los asistentes que lo que duró el acto en el antiguo Palacio del Ayuntamiento con un Sosa que dijo sentirse nervioso por tantos elogios, pero que ya está pensando, junto con su promotor, Fausto Daniel García, en un combate más, la décima defensa en su historial, que se inició hace dos años cuando arrebató el cetro al hawaiano Brian Viloria, a quien le gustaría enfrentar de nuevo.
“Eso es lo que pide la gente: verme pelear con Viloria, Omar Niño, Ulises Archie Solís, pero eso lo dirá mi promotor. Podría ser en la Plaza de Toros México, en septiembre”, señaló el menudo boxeador, de 29 años, nueve de ellos en el deporte profesional.
Ya estamos cerca de imitar a los grandes campeones que han conquistado muchas defensas
, dijo Sosa, quien se prepara para subir de división.
Lejos de las grandes bolsas millonarias que se acostumbran en los combates en Las Vegas, a Sosa le gustaría pelear en Japón o Corea, donde las categorías pequeñas tienen similar valor monetario que la de los pesos completos en la ciudad de las apuestas.
No lo descarta: me gustaría trascender, porque es bonito pelear en la República Mexicana, que la gente te vaya a ver, sentir el apoyo de todos. Desde que conquisté el campeonato (14 de abril de 2007) dije que quería ser un monarca activo, consolidado, completo; afortunadamente, las cosas se han dado; ahora a descansar y pensar en la próxima defensa
.
Sosa sabe que la carrera de un boxeador es demasiado corta, hay que aprovechar el tiempo, ya que las cualidades, la velocidad y fuerza en las piernas se van; entonces, si se están dando las condiciones aquí y en los estados, por qué no darle a México boxeo de calidad mundial
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–¿No es demasiado arriesgar la vida por tan poca paga?
–Nunca diré si es suficiente o poco. El boxeo es algo que me apasiona y el día que no lo sienta optaré por dejarlo o cuando mi salud esté en riesgo.
Este deporte lo tomo como un trampolín, como mi carrera. En México gano más dinero que en las peleas que me ofrecen en Estados Unidos y, la verdad, hay que verlo también como un negocio
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