Domingo 21 de junio de 2009, p. 34
El sindicalismo mexicano, incluido el llamado democrático
, requiere de una revisión a fondo, debido a que se vive una crisis de representatividad ocasionada por su falta de capacidad para generar una fuerza social de bases y por su deficiente posicionamiento como interlocutor estratégico en los terrenos político y económico, manifestaron representantes sindicales e investigadores en la Tercera Conferencia Sindical Nacional de México.
En la estructura sindical impera un sindicalismo circunscrito a lo que fuera el partido oficial, a la falta de unidad entre los gremios y a privilegiar la generación de cotos de poder, incluso impulsados desde arriba
, que permite controles corporativos, consideró Arnulfo Arteaga García, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana.
En el encuentro que concentró a dirigentes laborales y especialistas en el tema de cinco naciones y 18 estados del país, indicó que las empresas han evolucionado y los gremios aún conservan estructuras de principios de siglo
, que mantiene distante la relación con sus representados.
“El término ‘sindicato’ perdió sus interpretaciones positivas y se ha convertido en sinónimo de corrupción, de corporativismo y mera defensa de los contratos laborales”, señaló Sergio Zulian, de la Asociación de Defensa de los Trabajadores de Italia.
Los panelistas internacionales advirtieron que en el mundo se han incrementado los despidos, la carga y horas de trabajo; en contraparte, se han reducido los salarios y las prestaciones, la seguridad laboral, el tiempo con la familia, la jubilación y la atención médica de calidad.