o han dejado de circular en Internet cartas, entrevistas, artículos y hasta videos de acciones en favor o en contra del nombramiento de Virgilio Muñoz como nuevo director del Centro Cultural Tijuana (Cecut), complejo artístico conocido como La Bola. En respuesta a la entrega anterior de Salón Palacio, nos hicieron llegar una carta titulada Por un Cecut renovado, en la que un centenar de agrupaciones artísticas, así como escritores, pintores y promotores culturales se dirigen a Consuelo Sáizar, titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), para decirle que ellos sí apoyan el nombramiento de Virgilio Muñoz, y entre otras cosas proponen impulsar un pacto entre la comunidad cultural y el Cecut. Dicha misiva me la envió Gabriela Ramírez, quien al principio de su correo electrónico entrecomilla el término artistas para dirigirse –entre otros– a los escritores Heriberto Yépez, Luis Humberto Crosthwaite, Rafael Saavedra y Roberto Castillo, el fotógrafo Julio Orozco y el pintor Marcos Ramírez Erre, quienes se oponen al nombramiento, y usa como argumento para descalificarlos que: pierden el tiempo en buscar destituir a un director que no es de elección popular, y que, valga decirlo, nunca lo ha sido.

Sin embargo, tampoco se puede negar la trayectoria de varios firmantes de ese documento que sí apoya al funcionario en cuestión, como: Leobardo Sarabia, uno de los promotores culturales tijuanenses con mayor experiencia; los escritores Gabriel Trujillo Muñoz y Fran Ilich; el legendario Javier Bátiz y el heroico librero Alfonso López. Por su parte, Leobardo Sarabia me renvía el artículo del periodista tijuanense Jaime Chaidez, quien con el título ¿Dónde quedó la bolita? hace un recuento de lo que ha ocurrido desde el pasado 3 de abril, fecha en que se anunció a Teresita de Jesús Vicencio, como directora del Instituto Nacional de Bellas Artes.

Desde luego que el texto de Chaidez no queda sólo en información concreta, y constantemente evidencia su preferencia por Virgilio Muñoz, al descalificar de manera constante a sus oponentes (como lo hacen desde su trinchera quienes piensan lo contrario), pero es interesante saber que existe un grupo de promotores culturales que desde hace cinco años se constituyen en el Foro Cultural Ciudadano, que el pasado 7 de abril dio a conocer de manera pública un documento con el eslogan No a la continuidad, sí a la renovación, donde se oponen a la propuesta inicial de Teresita de Jesús Vicencio, quien pidió que la supliera en el cargo su subalterno Héctor Villanueva, y propuso a su vez una terna con los nombres de Alfredo Álvarez Cárdenas, Elsa Arnaiz, Virgilio Muñoz y Pedro Ochoa Palacios; así que la aparición del señor Muñoz no surgió de la nada.

Hay que decir, sin embargo, que Chaidez se cuida muy bien de no mencionar ninguno de los argumentos negativos que utilizan quienes no están de acuerdo con el actual titular del Cecut. Los planteamientos del reconocido artista plástico Erre (transmitidos en un video que circula por Internet), para renunciar a la exposición retrospectiva que se preparaba en el Cecut como protesta, son bastante convincentes. En fin, así están las cosas. Un buen reto es el que tiene Consuelo Sáizar en sus manos, pues no basta con dejar que este conflicto siga su propio descalabro. Ella llega al CNCA con buen saldo en su favor, y debe incrementarlo con fortaleza (la tiene y mucha), pero también con tolerancia e imaginación.

Morrison, Ginsberg, Kaufman y Cardenal en Laberinto

Poesía de largo aliento es el título de una nueva colección de poesía que con la coordinación de José Vicente Anaya ha lanzado la editorial Laberinto, que comanda Esteban Asencio. Se trata una selección de poemas largos escritos por una pléyade de poetas intensos y provocadores, como Jim Morrison, Allen Ginsberg, Bob Kaufman (estos tres traducidos también por Anaya) y Ernesto Cardenal, por mencionar a los primeros de esta serie, que ya circula en librerías.

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