El peso total de la cocaína que era transportada en tiburones congelados es de 893.925 kilogramos, informó la Armada de México. Explicó que la droga decomisada en Puerto Progreso, Yucatán, provenía de Costa Rica, no de Estados Unidos como se consideró al principio.

La dependencia agregó que la droga estaba envuelta en 870 ladrillos introducidos en los escualos que venían en el contenedor MSWU1022700, a bordo del buque Dover Strait.

Fuentes navales señalaron que el cargamento constaba de siete contenedores; en dos estaban los tiburones congelados y sólo en uno la carga de cocaína.

Después de una intensa revisión, personal de la Armada y de la Administración General de Aduanas, que integran el Centro Unificado para la Atención de Incidentes Marítimos y Portuarios, se comprobó que uno de los contenedores transportaba quesos; otros dos vino, y dos más desechos de fibras textiles.

La Armada señaló que la droga fue hallada después que el equipo de rayos X y perros adiestrados detectó irregularidades en un contenedor, pero fue necesario utilizar el detector molecular GT-200 para corroborar la existencia del alcaloide.

La droga oculta en los tiburones estaba envuelta en bolsas de plástico negras que contenían paquetes rectangulares embalados con cinta canela.