El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), José Luis Soberanes Fernández, denunció ayer que en sólo en seis meses, entre septiembre de 2008 y febrero pasado, el organismo que encabeza documentó el secuestro de 9 mil 758 migrantes, mil 600 al mes, más de 50 al día. El beneficio que obtuvo la delincuencia organizada por estos secuestros fue de 25 millones de dólares, y que se estima que al año el número de migrantes puede ascender a 20 mil.

Al presentar ayer el Informe especial sobre los casos de secuestro contra migrantes, el ombudsman nacional indicó que la investigación de este órgano documentó 198 casos de secuestro de migrantes, que incluyen a 9 mil 758 personas privadas de su libertad, ya que la mayoría fueron plagios colectivos. En 9 mil 194 casos el delito fue cometido por bandas organizadas, y el resto por autoridades, o la combinación delincuentes-servidores públicos.

Durante la presentación del informe, a la que asistieron sacerdotes y arzobispos que hacen trabajo de protección a migrantes y cuentan con albergues para ese propósito, el titular de la CNDH dijo que el monto de rescate que se pide a las víctimas va de mil 500 a 5 mil dólares. El promedio exigido a las víctimas identificadas en esta investigación fue de 2 mil 500 dólares por persona.

Durante el acto el sacerdote Pedro Pantoja, de la organización Proyecto Frontera con Justicia, expresó que hay casos de migrantes secuestrados por sólo seis pesos. Como no tienen con qué pagar, los violan, los golpean, los maltratan y les quitan los cinco o seis pesos que llevan consigo.

Soberanes acusó que en la investigación los migrantes afectados, cuyos testimonios tiene la CNDH, denunciaron la participación de autoridades mexicanas en el secuestro de al menos 91 migrantes, lo cual revela la existencia de lazos de complicidad entre la delincuencia y agentes del Estado.

En el informe, el ombudsman resaltó que la nacionalidad de los secuestrados, en 67 por ciento de los casos era hondureña; 18 por ciento salvadoreña; 13 por ciento guatemalteca, pero también se detectaron migrantes afectados de Nicaragua, Ecuador, Brasil, Chile, Costa Rica y Perú.

Refirió que en el sur del país se efectuó 55 por ciento de los secuestros, es decir, 5 mil 416 migrantes, principalmente en Veracruz, donde fueron privados de su libertad 2 mil 944 personas, y en Tabasco 2 mil 378; en el norte se registró 11.08 por ciento, con 981 casos; en la zona centro 1.2 por ciento (124), y no fue posible precisar dónde fueron secuestradas 3 mil 237 víctimas, que representan 32 por ciento.

La investigación de la CNDH revela que de los migrantes secuestrados, 67.44 por ciento viajaban acompañados, es decir, fueron secuestros colectivos, lo que parece indicar que los delincuentes prefieren el ilícito de esta manera, para poder obtener mayor provecho.

Otros 72 migrantes fueron secuestrados en compañía de sus familiares, y sólo en 33 casos las víctimas estaban solas. En mil 72 casos no fue posible determinar si el secuestro ocurrió cuando los migrantes estaban solos, con familias o en grupo.

En el caso de los 91 migrantes plagiados que revelaron la complicidad entre la delincuencia y agentes del Estado, 59 dijeron que fueron secuestrados por policías; 16 dijeron que fueron policías estatales; 12, que fueron agentes municipales, y cuatro que vestían uniforme de camuflaje.

Otros 99 del total de migrantes plagiados, denunciaron que al estar en cautiverio se percataron de que la policía está coludida con los secuestradores, elementos de diversas corporaciones acudían a las casas de seguridad y los secuestradores les entregaban dinero o bebidas alcohólicas.

En el caso de 5 mil 723 migrantes, éstos dijeron que sus secuestradores fueron polleros; en 3 mil casos, diversas bandas; en 427, fueron zetas, y en 44 los maras, no se pudo obtener información de 564.

Detalla que en 3 mil 667 casos, el secuestro fue perpetrado por entre tres y 10 individuos; en mil 120 participaron de 11 a 20 sujetos; en 644, de 21 a 30, y en 281, de 31 a 40. Doscientas 12 personas dijeron haber sido secuestradas sólo por dos sujetos.

Del total de migrantes plagiados, 6 mil 595 permanecieron en cautiverio en casa de seguridad y en malas condiciones higiénicas; 2 mil 448 estuvieron en bodegas, y otros lugares de retención fueron campamentos, patios, hoteles y hasta vehículos.

El informe señala que nueve de cada 10 víctimas, es decir, 8 mil 478, padecieron amenazas de muerte, fueron amagados con armas de fuego o blancas si no pagaban el rescate, y al menos mil 456 fueron golpeados con puños, pies, armas, garrotes, palos y otros objetos.

Testimonios de los migrantes secuestrados refieren que los amarraban de pies y brazos, les tapaban los ojos, los drogaban, los quemaban en buena parte del cuerpo, y se tienen 37 narraciones que denuncian que los migrantes se percataron de que los secuestradores violaron a mujeres y mataron a otros migrantes con armas de fuego o golpes.

En 80 por ciento de los casos no les daban de comer o comían una vez al día; la comida estaba en mal estado o consistía en pan o tortillas duras, dormían en el piso y fueron obligados a permanecer desnudos en el cautiverio, que en algunos casos fue de horas, otros de días o semanas, y hasta meses.

Se registraron los casos de 157 mujeres secuestradas, cuatro embarazadas; dos fueron asesinadas por los plagiaros; otras fueron violadas, y una fue obligada por sus captores a permanecer como mujer del cabecilla.

También hay secuestro de menores, se contabilizaron 59, aunque también hay personas de la tercera edad.