Dejaron todo en manos de la iniciativa privada, señala la candidata a diputada por el PT
destruyeronlas instituciones, asegura Ifigenia Martínez
El país está ante la oportunidad de cambiar hacia un modelo económico más igualitario, dice
Martes 16 de junio de 2009, p. 10
México está en la disyuntiva de cambiar de inmediato hacia un modelo económico con políticas más igualitarias y con una mayor intervención del Estado, o continuar acumulando rezagos que han sumido al país en el desempleo, la falta de oportunidades educativas y una creciente violencia, señaló Ifigenia Martínez.
Aseguró que la primera víctima en el mundo de la escuela que pugnó por disminuir al Estado y fomentar a la empresa privada fue justamente este país.
Carlos Salinas, Ernesto Zedillo y Vicente Fox causaron un daño enorme a México al haber destruido o nulificado las instituciones, cuando fue pionero en el uso de instituciones públicas para transformar al país en democrático y más igualitario
, enfatizó la maestra en economía por la Universidad de Harvard y actual candidata por el Partido del trabajo (PT) a una diputación federal.
En entrevista con La Jornada, Ifigenia Martínez insistió en que al haber reducido a su mínima expresión a los órganos del gobierno se creó un hueco de tales dimensiones que los gobiernos recientes no sólo no han cerrado, sino que amplían a costa del bienestar social.
Se piensa que las necesidades que satisfacían las instituciones sociales deben ahora ser cubiertas individualmente o en el mercado de la oferta y la demanda; ahí está una de las grandes cuestiones, como la medicina o las guarderías, donde apreciamos el gran fracaso de concesionar éstas a empresarios privados que no tienen el rigor propio de una institución del Estado.
Está tan imbuida en México la idea de privilegiar a la iniciativa privada sobre las instituciones del Estado, comenta la maestra, que cuando alguien se pronuncia en contra es señalado con índice de fuego y calificado de estatista, cuando Estados Unidos o Inglaterra tienen una red de instituciones que garantizan el rumbo del desarrollo de sus economías, y veremos todos cómo, a partir de la crisis económica que vivimos, estos países van a utilizar sus instituciones de Estado y van a salir fortalecidos, por eso es que debemos darle a nuestra política económica una vuelta de tuerca
.
Identificada con los principales movimientos de la izquierda en México, Ifigenia Martínez destacó que son la Constitución y las leyes las que permiten la intervención del Estado en prácticamente todas las actividades de desarrollo del país y que pueden garantizar no sólo la ocupación laboral de la fuerza de trabajo desperdiciada en México, sino generar un mayor índice de desarrollo y cobertura de los satisfactores que demanda la sociedad.
La fatídica década de los 80
“Hasta la fatídica década de los 80 del siglo XX tuvimos un nivel de desarrollo que permitió la creación de una clase media y la apertura de escuelas, entre otras cosas, pero de ahí para acá el crecimiento ha sido totalmente insatisfactorio, apenas de 2 por ciento del producto interno bruto, frente a 6 o 7 por ciento cuando el Estado asumía su responsabilidad.
Yo no niego que haya habido malos manejos, errores, pero estaban las instituciones que podían corregir las desviaciones. Habiéndolas desbaratado y dejado todo en manos de los empresarios, la pregunta es, ¿con qué instituciones van a implementar las reformas o propuestas de cambio? Eso es lo que nos tiene así
, apuntó.
Interrogada sobre su interés por integrar la nueva legislatura en la Cámara de Diputados, luego de su paso por el Senado, la propia Cámara, la embajada de México ante Naciones Unidas, la Facultad de Economía y el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, entre otros puestos, responde que a esta altura de su vida todo es cuestión de alternativas.
Yo estoy consciente de que probablemente no me queden muchos años de actividad, y creo que la Cámara de Diputados es donde mejor se pueden aprovechar esos años para mi país, para lo que siempre he luchado, para una política económica y social de vanguardia, que garantice mejores condiciones de vida para los mexicanos y de democracia para el país
, concluyó.