México
Martes 16 de junio de 2009, p. 28
Las autoridades mexicanas enfrentan la peor crisis económica de la historia reciente, agravada por el daño que el brote de influenza humana A/H1N1 causó a la economía y a la industria turística. Esto ha obligado a Economist Intelligence Unit a moderar de manera considerable sus pronósticos sobre el crecimiento en México. EIU espera ahora que la economía se contraiga 7.1% (contra 4.4% anterior) este año, con un recuperación de sólo 2.8% en 2010. Así, esta recesión será más profunda que la de 1995, y representará el peor desempeño de México en más de un cuarto de siglo.
Los resultados del primer trimestre de 2009 fueron peores de lo esperado: el PIB real decayó 5.9% en comparación con el trimestre anterior y 8.6 % en forma anualizada, su nivel más bajo desde que comenzó el registro trimestral en 1981. Los dramáticos declives en manufacturas y comercio ocasionaron una reducción de 5.2 puntos porcentuales del PIB. La información comercial a abril mostró profundas caídas de exportaciones e importaciones, las cuales es probable que hayan continuado en mayo, pues el débil entorno global dificultó la recuperación, luego de la suspensión laboral de dos semanas que se decretó a raíz del brote de influenza humana.
El consumo privado se ve reprimido por el creciente desempleo y menores remesas (que en abril cayeron 18.7% de manera anualizada, lo que representa una disminución acumulada de 8.7% durante los primeros cuatro meses del año, en comparación con el mismo periodo del año anterior), una débil expansión crediticia y un crecimiento negativo del salario real. Los estímulos fiscales (las actividades gubernamentales fueron de las pocas áreas que crecieron durante el primer trimestre) compensan la contracción de la inversión fija. Sin embargo, se espera que la inversión fija total disminuya aún este año, pues los exportadores reducen su capacidad, la inversión extranjera directa (IED) decrece (más de la mitad de los 2 mil 700 millones de dólares que llegaron en el primer trimestre de 2009 –56% menos que al año anterior– correspondieron a créditos interempresariales) y las condiciones crediticias siguen siendo poco flexibles.
EIU calcula que el crecimiento del PIB se tornará positivo durante el primer trimestre de 2010, pero la recuperación será lenta y las condiciones crediticias seguirán siendo difíciles.
Turismo, gran perdedor
Por la parte de la demanda, el brote de influenza humana afectará con especial severidad al turismo, que ya padece el impacto de la recesión en EU, lugar de procedencia de la mayoría de visitantes que llegan a México. Una grave contracción de la producción industrial estadunidense, combinada con el declive de la demanda doméstica, causará una caída de la actividad en muchos sectores secundarios. La producción de petróleo continuará disminuyendo. Las restricciones crediticias y una pobre infraestructura obstruirán el crecimiento agrícola.
La recesión obliga a los principales partidos políticos a enfocar sus propuestas en el combate al creciente desempleo, ampliar la base tributaria y reducir la dependencia del gobierno de los ingresos petroleros. Agustín Carstens, secretario de Hacienda, advirtió hace poco que el profundo hoyo fiscal del gobierno sólo podría solventarse mediante una combinación de incrementos fiscales, reducción del gasto y mayor endeudamiento.
Fuente: EIU