A las 0:00 horas del primero de enero, cuando entra en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, miles de indígenas pertenecientes a un desconocido Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), ocupan en Chiapas los palacios municipales de San Cristóbal de Las Casas, Ocosingo, Altamirano y Las Margaritas, para leer una declaración de guerra contra el gobierno de Carlos Salinas. El 2, atacan el cuartel de Rancho Nuevo y chocan en Ocosingo con el Ejército Mexicano, sufriendo numerosas bajas. El 3, los enviados especiales de este diario –Fabrizio León, David Aponte, Frida Hartz e Ismael Romero–, quedan atrapados en un tiroteo cerca de Rancho Nuevo. Romero es herido en un hombro.

El alzamiento sorprende por completo al país y al tomar la decisión de reproducir en sus páginas todos los comunicados zapatistas y cubrir el conflicto en sus múltiples aspectos, La Jornada se convierte en referencia obligatoria para millones de lectores que en el mundo siguen paso a paso la rebelión de los mayas.

El día 8, Rosa Icela Rodríguez informa que un coche bomba estalló en el sótano de Plaza Universidad. El 10, Carlos Salinas designa a Manuel Camacho Solís comisionado para la paz en Chiapas. El 12, ordena que el Ejército cese el fuego; decenas de miles exigen en el Zócalo alto a la carnicería. El 14, La Jornada da a conocer una serie de peculiares comunicados del subcomandante Marcos, vocero insurgente, que lanza de tal modo una original ofensiva mediática. El 27, este diario encarta como suplemento su texto Chiapas: el Sureste en dos vientos, una tormenta y una profecía. El 29, en un paraje de los Altos, Blanche Petrich y Helio Enríquez logran la primera entrevista exclusiva que conceden los comandantes zapatistas David, Ramona, Moisés y otros. Hablando en español con dificultad, explican por primera vez las causas de su levantamiento.

El diálogo por la paz se efectúa en la catedral de San Cristóbal con la mediación del obispo Samuel Ruiz, del 20 de febrero al 4 de marzo. Tras la firma de 32 acuerdos, que deberán ser ratificados por sus bases, los delegados rebeldes vuelven a sus comunidades. El día 23, dos semanas después de pronunciar un discurso de supuesta ruptura con Salinas, el candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio, es asesinado en Tijuana. El coordinador de su campaña, Ernesto Zedillo, lo remplaza en medio de una grave crisis política y una fuga de capitales (11 mil millones de dólares) que cimbra a la Bolsa.

En abril, el EZLN intensifica su estrategia mediática: sus comunicados narran la vida cotidiana de los indígenas. Marcos protagoniza eventos que son registrados día a día por las crónicas de Hermann Bellinghausen. En Tabasco, el candidato del PRD a la gubernatura del estado, Andrés Manuel López Obrador, denuncia actos de corrupción de su adversario, el priísta Roberto Madrazo. El 13 de mayo, la televisión difunde el primer debate en la historia de México entre aspirantes a la Presidencia. Diego Fernández de Cevallos (PAN) vapulea a Cuauhtémoc Cárdenas (PRD), pero las encuestas declaran vencedor a Zedillo.

El 15 de mayo, Cárdenas llega a Chiapas y el 17 se reúne con la comandancia del EZLN en Guadalupe Tepeyac. Marcos lo elogia por su lucha contra el régimen pero critica al PRD. El 31, los zapatistas rompen el diálogo con el gobierno, afirman que su único interlocutor será la sociedad civil y la convocan a una Convención Nacional Democrática (CND) en la selva, para definir el rumbo de su movimiento. El 2 de junio, en Palenque, es descubierto el sarcófago de una princesa maya con más de mil años de antigüedad. El 11, una bomba explota fuera de una discoteca en Guadalajara.

El 21 de julio, el banquero Roberto Hernández dice que si Zedillo pierde los comicios habrá crisis económica. El 25, un tráiler aplasta la camioneta en que viajaba Amado Avendaño, candidato del PRD al gobierno de Chiapas; cuatro de sus acompañantes perecen. El 28, el nuncio Girolamo Prigione, admite que hace meses habló con los narcos Ramón y Benjamín Arellano Félix, presuntos homicidas del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo.

El 9 de agosto a media noche, en la selva de Chiapas, una tromba clausura la CND a la que habían asistido 6 mil personas. Zedillo gana las elecciones del día 21. El 5 de septiembre, Hacienda interviene el Banco Cremi-Unión, de Carlos Cabal Peniche, un protegido de Miguel de la Madrid, de quien las autoridades sospechan que lava dinero para el cártel del Golfo. El 28, el secretario general del PRI, José Francisco Ruiz Massieu, es asesinado en el Distrito Federal por un sicario de Tamaulipas. Salinas nombra fiscal de la investigación a Mario Ruiz Massieu, hermano de la víctima; éste protagoniza un sainete para encubrir al autor intelectual del crimen y renuncia diciendo que los demonios andan sueltos.

En su editorial del lunes 19 de septiembre, al celebrar su décimo aniversario, La Jornada revela que en este sobresaltado 1994 (en que la nación ha vivido días de incertidumbre, de tragedia, de cambio acelerado (y) de esperanza), alcanzamos cifras de circulación sin precedente. El 20 de noviembre, las elecciones en Tabasco y Chiapas se resuelven a favor del PRI. López Obrador denuncia que hubo fraude y marcha con 5 mil personas al DF; aun convaleciente de sus heridas, Amado Avendaño se declara gobernador en rebeldía con el apoyo del EZLN.

El primero de diciembre, mientras Zedillo toma posesión en San Lázaro, los seguidores de López Obrador son reprimidos en el Eje Central; el reportero Manuel Meneses cae desmayado de un garrotazo. El 18 en la madrugada, los zapatistas anuncian que sus fuerzas se desplegaron en 38 municipios chiapanecos. El 19, la Bolsa pierde 4.15 por ciento. El 20, Zedillo pone a flotar el peso, que se devaluará 100 por ciento en siete días, mientras en Chiapas el Ejército avanza hacia las nuevas posiciones rebeldes. El 28, renuncia el secretario de Hacienda, Jaime Serra Puche. Al país le quedan 10 mil millones de dólares en las reservas internacionales. En el mundo está por desatarse una crisis bursátil que, gracias a México, será conocida como el Efecto Tequila.

Rayuela

7 de septiembre

Había una vez un banquero que le echó demasiada cremi a sus tacos...