Se ha depauperado a la clase trabajadora, señalan especialistas
Lunes 15 de junio de 2009, p. 32
En este sexenio hubo un fuerte retroceso económico de los trabajadores, que se puede medir por el hecho de que se ha contraído siete veces el poder adquisitivo de los salarios; se abarató la mano de obra a tal grado que México tiene el lugar 171 en una lista de 180 naciones por orden descendente de sueldos pagados a sus trabajadores, sin contar con que más de 2 millones y medio de mexicanos no tienen trabajo, y que dos terceras partes de los que lo tienen ganan entre uno y tres salarios mínimos, es decir, 150 pesos diarios.
La Unión Nacional de Trabajadores (UNT), el Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (Silas) y el Frente Auténtico del Trabajo (FAT) señalaron lo anterior e indicaron que éste ha sido uno de los peores sexenios para el sector obrero.
La UNT explicó que se apostó a abaratar la mano de obra mexicana con tal de atraer inversiones; sin embargo, eso llevó al país a ser uno de los que pagan los peores salarios en todo el mundo, al grado de que los obreros mexicanos perciben las remuneraciones más bajas de los países desarrollados y también de los en vías de desarrollo, como los de América Latina.
Explicó que en el sexenio pasado y en el presente se ha agudizado el control gubernamental para que los trabajadores sólo puedan demandar incrementos salariales conforme a la inflación prevista y no más allá de ese porcentaje, lo que ha repercutido en incrementos por abajo del crecimiento de los precios, cuya consecuencia es que se ha depauperado a la clase trabajadora.
En tanto, para el Cilas, ante este panorama en el que se acrecienta el número de desempleados y trabajadores en la economía informal, las condiciones laborales se han deteriorado todavía más, el salario es presionado a la baja, las prestaciones se restringen a su mínima expresión y la protección de la seguridad social es cada vez más precaria.
Extendido outsourcing
Señaló que en México el cambio del partido gobernante ha significado la continuidad de las políticas económicas y sociales que nulifican los logros laborales de los trabajadores
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El “país vive, desde antes de la crisis, un crecimiento del empleo en la modalidad de subcontratación, como se conoce el outsourcing, nueva forma de contratación que garantiza costos laborales bajos y posibilita la reproducción del capital, pero es nociva porque ha permitido a los empresarios eludir los derechos laborales, impide la sindicalización y es una forma de evitar que los trabajadores tengan seguridad social”.
El FAT señala que se busca hacer creer que todo es producto de la crisis económica internacional, cuando la política neoliberal explica gran parte de la actual situación del país, pues se abandonaron los controles sobre el mercado y la especulación financiera; hubo una negativa a impulsar el mercado interno, y se ha castigado el salario con medidas como la imposición de topes
a las negociaciones.