Encabezó Margarita Zavala conmemoración de Día Mundial contra el Trabajo Infantil
Con esta práctica se perpetúa el ciclo intergeneracional de la pobreza: representante de Unicef
Sábado 13 de junio de 2009, p. 35
Ayer, al conmemorar el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, Margarita Zavala, presidenta del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), advirtió que las crisis económicas han hecho que se agrave este fenómeno, en el que se encuentran tres millones 600 mil menores de edad en México y 218 millones en todo el mundo, de acuerdo con cifras oficiales.
Sobre los niños que laboran en territorio mexicano, María Cecilia Landerreche, directora del DIF, explicó que 2.5 millones tienen entre 14 y 17 años de edad y 1.1 millones entre cinco y 13 años. De ellos, la mayoría no recibe ingresos porque apoya a sus padres en el campo o en otras actividades.
Por su parte, la representante de la Unicef en México, Susana Sottoli, puntualizó que en tiempos de crisis económica existe el riesgo de que el trabajo infantil se incremente para tratar de compensar la disminución de los ingresos familiares.
Por ello, dijo, es necesario que autoridades y sociedad redoblen esfuerzos para evitar que esto suceda y que los niños abandonen la escuela para dedicarse al agro o en otras actividades, obligados por la necesidad de contribuir al gasto de sus hogares.
Asimismo, pidió desnaturalizar
el trabajo infantil, pues enfatizó que no es normal que un niño labore. Desde un punto de vista más amplio, expuso, ese fenómeno contribuye a perpetuar el ciclo intergeneracional de la pobreza, pues en la mayoría de los casos un menor que trabaja no sólo ve truncada su infancia, sino que además tiene menos oportunidades de formarse.
Lo anterior significa una hipoteca
para el país que compromete de esta manera el futuro de su población, enfatizó.
Durante la celebración, realizada en una sala de cine, Margarita Zavala dijo que sirve para reflexionar sobre lo mucho que falta hacer en la materia. Subrayó que los niños dependen de los adultos y cuando éstos dejan de ponerles atención los colocan en una situación vulnerable y de debilidad.
También recordó que en 1989 se firmó la Convención para los Derechos de los Niños en la Organización de Naciones Unidas. México se adhirió a ella en 1990 y desde entonces se ha ido adecuando el ordenamiento jurídico. Pero como algunas veces pasa, dijo, la brecha entre la normatividad y la normalidad es enorme. Así que en ello hay mucho que trabajar, refirió.