Para el presidente Felipe Calderón, las estancias infantiles de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) son excelentes opciones para los niños del barrio, ya que casas particulares o cocheras son adaptadas para este fin y no le cuestan carretadas de dinero al gobierno.

Así se expresó el mandatario sobre este programa que en 2006 fue bandera de su campaña presidencial y que en los últimos meses el Partido Acción Nacional (PAN) ha defendido en su propaganda electoral como uno de los principales logros del actual gobierno.

En dos años y medio, ha inaugurado personalmente una veintena de las 8 mil 296 estancias infantiles que operan en México y ha defendido sus bondades económicas. La primera se ubicó en Chalco, estado de México, y en aquella ocasión Calderón explicó que el programa tenía un beneficio doble al dar empleo a las señoras que pueden cuidar a los hijos de sus vecinas en su casa y al mismo tiempo ser apoyo de las madres trabajadoras sin servicio de guardería.

Así, acompañado por su esposa, Margarita Zavala, promotora de estas pequeñas empresas, el mandatario federal puso en marcha el programa el 11 de enero de 2007, con 125 millones de pesos y la promesa de que los padres podían estar tranquilos de que sus hijos iban a ser recibidos en ambientes sanos y por gente capacitada adecuadamente.

En sólo cuatro meses ya sumaban mil 500 estancias del tipo descrito. De hecho, el Presidente celebró el Día de las Madres en uno de estos centros ubicado en Popotla y señaló que a pesar de las críticas y comentarios hasta burlones que recibió por este programa, cubrió de manera anticipada la mitad de la meta anual.

Durante la apertura de la estancia número 3 mil en Morelos, dijo estar satisfecho, porque esta iniciativa no va a ser flor de un día y tampoco implicó que el gobierno invirtiera millones y millones de pesos y muchos meses en la construcción de guarderías que después quedaban abandonadas.

Este programa está concebido con una lógica distinta y de sentido común. Nosotros no estamos pensando en las grandes instalaciones, en las grandes estancias, en los grandes arquitectos, no; estamos pensando en las casas, en los patios, en las cocheras, en las salas, comedores, que adaptados pueden ser unas excelentes estancias infantiles, ¿para quién?, para los niños del barrio, cuyas mamás trabajan y que antes no se acostumbraba que trabajaran, explicó el titular del Ejecutivo.

En una gira por Durango, donde inauguró la estancia 6 mil 396, volvió a defender las ventajas económicas de estas miniguarderías habilitadas en casas. Entonces, argumentó: Nosotros no podemos poner, digamos al personal, porque eso sería muy costoso; el gobernador tiene cosas por pagar con maestros, primarias, secundarias, guarderías, sabemos que hay una carga muy fuerte, pero con las estancias estamos ayudando a un sector que no está atendido.

Por lo común, las visitas presidenciales a las estancias infantiles se han desarrollado sin la presencia de la prensa, debido a que los espacios y los accesos son reducidos.