La afectación a la industria restaurantera nacional derivada de la semiparalización nacional impuesta por el gobierno de Felipe Calderón durante la contingencia sanitaria del pasado abril, dio pie a la propuesta de un punto de acuerdo del PAN en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, con objeto de solicitar al calderonismo reducir las cargas impositivas aplicadas a los sitios de consumo de alimentos.

Francisco Dávila García, diputado de Acción Nacional, presentará este miércoles ante el pleno de la Comisión Permanente una proposición con los siguientes argumentos:

Hemos evidenciado cifras alarmantes en la caída del producto interno bruto (PIB) nacional, que sobrepasan 8 por ciento en el primer trimestre del año y podría reflejar cifras similares al corte del primer semestre del año. Si a la fuerte afectación económica que está sufriendo nuestro país por causas de la crisis global, añadimos el impacto económico negativo que tuvo la epidemia o pandemia del virus AH1N1, estamos hablando sin duda de un primer semestre negro para la economía nacional.

Uno de los renglones más afectados por la crisis económica, la baja en la actividad turística y el cese de actividades por la epidemia fue el de los negocios de venta de alimentos o restaurantes, que en total suman 243 mil establecimientos a nivel nacional, refiere el punto de acuerdo.

Al observarse una pérdida de tal magnitud, el PAN en la Cámara de Diputados –mediante su participación en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión– exhorta al Poder Ejecutivo federal, a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, a elaborar un estudio de viabilidad económica que considere las repercusiones en las finanzas públicas en el consumo e ingreso de la industria restaurantera del país, a consecuencia del incremento en el límite de deducción del consumo en restaurantes de 12.5 a 50 por ciento a partir del presente ejercicio fiscal.