Para disminuir las inundaciones en las zonas aledañas a la sierra de Santa Catarina y los cerros del Peñón y de La Estrella, la delegación Iztapalapa abrirá 10 pozos de absorción de aguas pluviales que se sumarán a los 170 existentes.

El plan, señala Alfonso Hernández López, director general de Servicios Urbanos de la demarcación era abrir 20, pero con el recorte presupuestal sólo se entregará la mitad.

Uno de los pozos que se construyeron este año es el que se ubica en el Cecyt vocacional 7 del Instituto Politécnico Nacional (IPN), de la colonia Santa María Aztahuacan, donde, explica el ingeniero, se inundaba el plantel y una unidad habitacional.

Para evitar la crecida de agua en esta zona que por momentos se tornaba inaccesible se invirtieron más de un millón 266 mil pesos en una excavación de 59 metros de profundidad, que es única en su tipo, pues ya se encuentra dentro de una escuela.

Para captar el agua, señala, hay conectores que trabajan como ríos entubados que bajan de las zonas altas de la delegación a los pozos de absorción. Éstos almacenan el agua mientras pasa la hora pico de una lluvia. Por ser aguas negras no se pueden almacenar para ser utilizadas durante la temporada de estiaje, por lo que son arrojadas al drenaje profundo.

Los pozos de captación de agua pluvial surgieron en 2004 y se colocaron en Iztapalapa porque, a diferencia de otras delegaciones, es ahí donde hay más problemas: en temporada de estiaje no tenemos agua, pero en temporada de lluvias nos inundamos.

El director general de Servicios Urbanos considera que la mitad del problema está resuelto pues con los años se ha evitado que colonias como Desarrollo Urbano Quetzalcoátl, Palmita, Sata María Aztahuacan y Santa Martha Acatitla padezcan los estragos de las lluvias.

A siete años de su creación, la gente sigue creyendo que los pozos a cielo abierto son tiraderos y van y tiran animales muertos y basura, por lo que, cada año es necesario limpiar.