Los responsables de la estructura electoral del Partido de la Revolución Democrática (PRD) admitieron que hay focos naranjas en algunos distritos electorales rumbo a los comicios del 5 de julio, en referencia a perredistas que se pasaron a Convergencia o que son candidatos de la coalición Salvemos a México, pero que ello no incidirá en pasar del 18 por ciento de votación que pretenden. Ni van a sangrar por el flanco izquierdo al partido, como definió el coordinador de los senadores, Carlos Navarrete.

En la penúltima reunión de análisis entre dirigentes nacionales, delegados comiciales y presidentes estatales sobre cómo marcha el partido, se admitió que en Campeche y Sonora el sol azteca cayó hasta 2 por ciento en preferencias electorales, y se analizó el caso de las auditorías que ordenó el Instituto Federal Electoral (IFE) para candidatos a diputados federales y locales –como Guadalupe Loaeza (aspirante a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal), Agustín Guerrero y Horacio Duarte–, después de que el secretario de Finanzas, Javier Salinas, informó que ayer fue notificado por el órgano electoral.

Uno de los asistentes a la reunión privada señaló que esto ocurre por exceso de gastos o desorden. Señaló que en el mejor de los casos, si se comprueban los señalamientos, puede haber multas, pero en el peor –si hay demasiados excesos– anular candidaturas. Duarte explicó, por su parte, que lo requerido forma parte de las auditorías precautorias que el propio IFE ordena por oficio.

Los casos Campeche y Sonora

El encuentro perredista comenzó cerca de las 17 horas y se prolongó por varias horas. Cada representante electoral exhibió un reporte. En el ínterin se dieron a conocer algunos otros temas tratados, como lo ocurrido en Campeche y Sonora.

Jesús Zambrano, comisionado político, explicó que en el primer estado, el candidato a gobernador, el empresario Francisco Brown, provocó pleitos que derivaron en falta de unidad interna. Fue el caso más significativo, porque iniciaron con 20 puntos de preferencia y cayeron 18. En Sonora también hay problemas internos y hasta acusaciones de que algunos perredistas se aliaron con el gobernador priísta, Eduardo Bours. Aquí pasaron de 4 a 2 puntos.

En el encuentro, este dirigente perredista arremetió contra el secretario de Asuntos Electorales, Rosendo Marín, por las declaraciones que dio a este diario, respecto de que el gobernador de Guerrero, Zeferino Torreblanca, necesita meterse más en la campaña electoral del PRD. Como delegado en aquella entidad le refutó que las expectativas son alentadoras, porque hay posibilidades de triunfo en al menos siete distritos.

Lo que ocurre en el oriente del estado de México también fue abordado, porque les preocupa cómo el gobernador Enrique Peña Nieto maneja la campaña para su partido, el Revolucionario Institucional. El presidente del PRD estatal, Luis Sánchez, explicó en entrevista que regala todo y compra todo lo que puede comprar, incluidos perredistas. Habló de 12, y dijo que algunos aparecen como candidatos de Convergencia y del PRI.

Citó a los hermanos Roberto y Raúl Río Valle, a Emilio Ulloa –candidato a presidente municipal de Nezahualcóyotl–, Enrique Espejel y se detuvo en Miguel Ángel Luna, de quien dijo que cuando el PRD lo postulaba para diputado federal por Valle de Chalco, tenía el triunfo asegurado con 20 por ciento (de preferencias) y ahora la está peleando. Aseguró que esto sí afecta al partido por lo menos con uno o dos puntos.

Por su parte, el senador Carlos Navarrete, como delegado electoral en Chiapas, insistió en que el partido marcha bien y a pregunta expresa dijo que el candidato de la coalición Salvemos a México, Pío López Obrador, siento decepcionarlos, no va a pintar. Nuestro candidato a diputado federal está obteniendo una ventaja de 12 puntos por encima del PRI, de 23 por encima del PAN y no digo de más candidatos porque no pintan.