Admite el embajador Wayne Smith que el asunto causa agruras
en el ámbito político
Martes 9 de junio de 2009, p. 21
Nueva York, 8 de junio. El caso de la pareja acusada por el gobierno de Estados Unidos de espiar para Cuba provocará agruras
y podría romper temporalmente el proceso de acercamiento diplomático entre Washington y La Habana, pero no lo descarrilará, considera el embajador Wayne Smith, experto en la relación bilateral entre ambos países.
El viernes pasado, el Departamento de Justicia anunció el arresto de un ex alto funcionario del Departamento de Estado y su esposa, acusados de haber espiado para el gobierno cubano durante 30 años. Walter Kendall Myers y Gwendolyn Myers fueron presentados ese día ante un tribunal en Washington.
El anuncio causó gran revuelo aquí. Opositores a las iniciativas del presidente Barack Obama para avanzar hacia un mayor intercambio diplomático con La Habana señalaron que el caso demuestra que no se puede confiar en el régimen castrista.
Y hoy la secretaria de Estado Hillary Clinton ha ordenado una investigación para evaluar cuánto daño
causaron a la inteligencia estadunidense las supuestas actividades de la pareja y con el fin de examinar todos los mecanismos de seguridad para evitar que este tipo de actividades sean posibles.
Efecto breve
Smith, quien entre otros cargos diplomáticos fue el encargado de la sección de intereses de Estados Unidos en La Habana durante la presidencia de Jimmy Carter, afirmó en entrevista con La Jornada que, desafortunadamente, este caso tendrá algo como un efecto de rompimiento
.
Pero, añadió, esta situación sólo refleja lo que ha existido: los estadunidenses tienen sus operaciones de inteligencia contra ellos, y los cubanos contra nosotros, y así ha sido durante largo tiempo
. Por tanto, este caso causará agruras
en el contexto político, y “hará que mucha gente pregunte: ‘¿qué está sucediendo aquí?’, aunque no debería ser así”.
Sin embargo, agregó que espera que el asunto tendrá un efecto breve, y se avanzará. Más allá de esto, Smith, quien ahora es investigador en el Centro para Política Internacional (Center for International Policy, en Washington), se dijo un optimista realista
sobre el futuro de la relación.
No creo que el gobierno de Obama tenga una hostilidad innata con Cuba, como fue el caso con Bush
; por tanto, su intención es otra. Pero a la vez, el asunto de Cuba, ante todo lo que está enfrentando Obama, no es terriblemente importante. Hay renuencia para proceder, porque no quieren que algo no tan importante para este gobierno se vuelva obstáculo para otras prioridades, como los debates financieros en el Congreso, entre otras cosas
.
Son esas voces de oposición al acercamiento con la isla las que emplean este caso para tratar de descarrilar el proceso, como los legisladores cubanestadunidenses.
Smith expresó que esa oposición no debería incidir en las decisiones de la Casa Blanca, e indicó que “una mayoría de la opinión pública estadunidense –incluso en la comunidad cubanoestadunidense– favorece proceder hacia la normalización de la relación con Cuba, como es el caso de la opinión pública mundial”. Por otro lado, indicó, el gobierno tiene mucho que ganar en su relación con América Latina si procede en ese sentido.
No podremos tener una relación constructiva real con América Latina si no proceden con Cuba. Simplemente es moverse en la dirección correcta, y es difícil entender por qué (el gobierno de Obama) no ha hecho más
, concluyó.
Mientras, los medios aquí se han enfocado en el caso de los supuestos espías
, buscando detectar los motivos por los cuales un ex alto funcionario especializado en Europa del Buró de Inteligencia e Investigaciones del Departamento de Estado, y su esposa, quien nunca tuvo acceso a información secreta, decidieron arriesgar sus vidas privilegiadas para apoyar al régimen cubano.
El agente de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) encargado del caso afirma en los documentos judiciales que, “basado en mi revisión de investigaciones pasadas de agentes cubanos, frecuentemente el reclutamiento por los servicios de inteligencia cubanos está basado en convicciones políticas, ideología, e intereses culturales parecidos.
“La investigación ha revelado un diario, escrito por Kendall Myers, de su viaje a Cuba en 1978. En sus apuntes sobre su viaje, Kendall Myers expresa una fuerte afinidad hacia Cuba y sus metas revolucionarias, y un sentimiento negativo hacia ‘el imperialismo estadunidense’.”
Ocultaba ira profunda: Washington Post
Myers escribió en ese diario durante su viaje en 1978, de acuerdo con afirmaciones de la FBI, que ¡Cuba es tan emocionante! Me he vuelto tan amargado en estos últimos meses
, y al referirse a Estados Unidos, agrega que los abusos de nuestro sistema, la falta de asistencia médica decente, las empresas petroleras y su indiferencia desenmascarada a las necesidades públicas, la complacencia sobre los pobres
.
En cambio, agrega, la revolución en el país caribeño ha abierto un enorme potencial y liberado el espíritu cubano
.
Escribe además que todo lo que uno escucha sobre Fidel Castro sugiere que es un líder brillante y carismático
, y que es uno de los grandes líderes políticos de nuestros tiempos
.
Para el Washington Post, lo anterior revela que Myers mantuvo oculta una ira profunda y de largo tiempo contra su país, una ira que, se alega, hizo que estuviera dispuesto a espiar para Cuba por tres décadas
.
Los Myers se declararon no culpables ante el tribunal, y ahora enfrentan un largo proceso judicial al proceder el caso, en el que en algún momento se podrá escuchar su versión de esta historia.