La selección careció de orden y entendimiento, por lo que se estancó en tres puntos
Franco reclamó por el arbitraje del tico Walter Quesada
Zelaya dio un par de bailes a la zaga visitante
Sabíamos la importancia de este duelo, por eso no especulamos: De los Cobos
Domingo 7 de junio de 2009, p. a13
San Salvador, 6 de junio. El Tri no tuvo pies ni cabeza, ni siquiera condición física. De nuevo, a pesar del regreso de Cuauhtémoc Blanco, resultó incapaz de ganar fuera de casa y sumó otro descalabro al perder 2-1 ante El Salvador, en el aciago regreso de Javier Aguirre al timón.
México cayó hasta el quinto lugar del hexagonal eliminatorio de la Concacaf, que encabeza Costa Rica, con 12 puntos, seguido de Estados Unidos (10), El Salvador (cinco), Honduras (cuatro), México (tres) y Trinidad y Tobago (dos).
En el primer tiempo México fue superado por el mejor juego de conjunto salvadoreño. A los anfitriones les bastaron unos cuantos minutos para comprender que los circuitos del Tri estaban desenchufados y toda la apuesta era por sus individualidades.
Un espejismo resultó el arribo tricolor al minuto cuatro, cuando Fernando Arce desbordó por la derecha y sacó centro que Andrés Guardado encontró al anticiparse en el salto a los defensas; sin embargo, el portero Miguel Ángel Montes contuvo la acometida.
Los pupilos de Carlos de los Cobos aprovecharon la pasividad de la defensa mexicana al minuto 11. Rodolfo Zelaya llegó por la derecha, dribló a placer a dos defensas y hasta usó de pared a un tercero, el rebote le cayó a Julio Martínez, quien aplicó buen toque para anidar el esférico a la derecha del portero Óscar Pérez.
Arce y Guardado no lograron surtir de balones a Guillermo Franco y Nery Castillo. En un par de ocasiones Arce remitió centros que sin problemas controló Montes. Al auxilio arribaron Óscar Rojas y Ricardo Osorio, pero la falta de profundidad de los tricolores resultó desesperante.
El ambiente era hostil no sólo en las tribunas, pues la violencia también afloró en el campo de juego. Al minuto 28 Guille Franco intercambio golpes con Alfredo Pacheco; el salvadoreño llevó la peor parte, al salir con un corte sobre la ceja izquierda.
Para el complemento, El Vasco Aguirre hizo dos cambios. Pável Pardo, quien al término del primer tiempo recibió cartón amarillo –por acumular dos amonestaciones no jugará ante Trinidad y Tobago–, dejó su lugar a Israel Castro, mientras Cuauhtémoc Blanco, bajo una lluvia de diversos proyectiles de parte del público, ingresó por Arce.
Pero los salvadoreños continuaron siendo el equipo más intenso en la ofensiva. William Romero mandó un tiro que se fue por encima del travesaño y luego Zelaya de nuevo humilló a la zaga tricolor con otro vistoso desborde desde la izquierda, superó a dos hombres, entre ellos el capitán Gerardo Torrado, y con apuros apareció Franco para enviar a córner.
Chispazos del Cuau
Esporádicamente, Cuau mostró chispazos y con su toque privilegiado envió algunos balones exactos, pero los receptores no estaban sincronizados y el Tri se fue hundiendo en la desesperación. Apareció la lluvia que hizo su parte para dificultar todavía más el control del esférico.
Luego de un clavado que le mereció amonestación a Zelaya, el partido cayó en un bache hasta que Torrado buscó dar servicio a Franco, quien al sentir el contacto de Manuel Salazar se fue al piso. El silbante tico Walter Quesada decretó la pena máxima.
Blanco definió certero a la izquierda, mientras que el portero Montes se lanzó al lado opuesto. El festejo de los mexicanos fue explosivo, Cuau simuló el lance de flecha y luego se puso a bailar con Nery Castillo.
Pérez resolvió bien un par de disparos, la zaga tricolor ganó confianza, pero al frente seguía sin entendimiento ni tino.
Al minuto 83, de manera rigorista, el silbante decretó la pena máxima cuando Julio Martínez sacó centro que se estrelló en la mano izquierda de Rojas. Al cobro fue Quintanilla, quien definió a la derecha del Conejo.
Luego, fue anulado un gol a Blanco por fuera de lugar, decisión que fue muy reclamada por los visitantes.
Franco criticó el arbitraje: es una vergüenza. Así no se puede hacer nada, si el silbante se pone en contra es muy difícil ganar
, aunque admitió que México estuvo un poco desubicado
.
En tanto, Carlos de los Cobos dijo: en estos partidos hay que separar lo sentimental de lo profesional, estaban en juego tres puntos vitales para los dos equipos. Sabíamos que íbamos a enfrentar a un rival difícil, por tanto, no podíamos salir a especular
.