Con la idea de que los funcionarios no nacen, se hacen, el Gobierno del Distrito Federal (GDF) operará este año la primera institución pública de su tipo en todo el país: la escuela de formación, capacitación, actualización y especialización de servidores públicos, cuyo Consejo Académico, en el que estarán representantes de las universidades Nacional Autónoma de México, Autónoma Metropolitana, del Instituto Politécnico Nacional, así como especialistas en diversas materias, se instalará este lunes.

A las aulas de esta institución acudirán desde secretarios hasta jefes de unidad departamental del gabinete capitalino, quienes compartirán sus responsabilidades diarias que tienen asignadas por ley con la asistencia a los cursos.

En entrevista con La Jornada, Mara Robles, directora general de la escuela de funcionarios públicos, precisó que con la creación de esta institución no estamos planteando cortar cabezas ni hacer una labor persecutoria a quienes no tengan el perfil técnico requerido, lo que se busca es formar servidores públicos efectivos, capaces de resolver problemas, probos, incorruptibles, que hagan buen uso de los recursos públicos y vean a la transparencia y a la rendición de cuentas como un principio que tienen interiorizado hasta la médula de los huesos.

Si bien detalla que en los recientes 10 años la forma de gobernar en esta ciudad ha cambiado para bien de la población, también explica que no hemos sido capaces de diseñar los programas sociales con base en diagnósticos reales, científicos y profesionales, y no hemos sido capaces de generar indicadores para medir si lo que estamos haciendo va a solucionar los problemas de la población.

A la par, reconoció que hoy en día el gobierno de la ciudad adolece de un servicio civil de carrera que garantice que los servidores públicos tengan un desempeño con objetividad, e incluso, el sistema que se tiene para la selección y permanencia de los servidores públicos de esta ciudad es tradicional y dispar y ni a nivel nacional ni local esas reglas de contratación se han corregido exitosamente.

Por ello, dejó en claro que los objetivos fundamentales que se tendrán son: cambiar el modelo de gestión de la ciudad para mejorar la efectividad y los resultados del gobierno, formar, actualizar y especializar a los altos mandos del gobierno, y consolidarse mediante cursos pertinentes, interesantes y con excelentes maestros.

Durante la entrevista –realizada en lo que será la sede de dicha escuela, un edificio colonial de la calle de Tacuba y Eje Central–, la funcionaria confió en que la escuela sea un rodillazo al corporativismo, al clientelismo y a los métodos discrecionales de ingreso, selección y permanencia en el servicio público, pero no será por la vía de la coacción ni por la de la sanción o la persecución, sino por la vía del incentivo, el estímulo y la oportunidad.

Mara Robles hizo énfasis en que los funcionarios públicos que son incapaces e incompetentes atoran y obstaculizan la buena marcha del gobierno, de ahí que en la escuela lo que se propone es tratar de contribuir a tener los mejore servidores públicos, “no castigar ni perseguir, porque no vamos a entrar en una dinámica de ‘ah, ahora vamos a hacer exámenes para correr’, No, ésta es una escuela para estimular la formación y la actualización”.

Finalmente, reconoció que en general, los servidores públicos son muy mal vistos; la mayoría de la población piensa que son corruptos, ineptos y displicentes, y lamentablemente los resultados de los gobiernos hacen que estas opiniones tengan algo de sustento, y eso no puede seguir así.