Autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) aplicaron un operativo especial para impedir que 90 vendedores irregulares se colocaran en los pasillos externos de la Facultad de Filosofía y Letras (FFL), ya que no cuentan con los permisos correspondientes. Esto, a petición del Consejo Técnico de la facultad, luego de que el pasado martes un presunto narcomenudista fue asesinado en Ciudad Universitaria.

Funcionarios de la máxima casa de estudios revelaron extraoficialmente que en varias zonas del campus existe relación entre los ambulantes, algunos vigilantes y los narcomenudistas. Agregaron que es prácticamente imposible expulsar de las instalaciones a los distribuidores de droga, pues no se cuenta con elementos de seguridad preparados ni armados para combatirlos.

Apoyados por algunos estudiantes, los vendedores manifestaron su inconformidad por el desalojo y exigieron diálogo a rectoría, porque muchos vivimos de esto. Advirtieron que hoy por la mañana intentarán recuperar los espacios de manera simbólica, a fin de evitar enfrentamientos.

El operativo estuvo coordinado por la Secretaría de Servicios a la Comunidad, la oficina del Abogado General, el Patronato Universitario y la FFL. En conferencia, Ramiro Jesús Sandoval, secretario de Servicios a la Comunidad, aseguró que el comercio ambulante genera inseguridad en la zona debido a que es riesgoso que personas ajenas a la casa de estudios realicen actividades que no se apegan a los lineamientos establecidos en diciembre pasado.

Agregó que es urgente regularizar a los comerciantes en todos los campus de la UNAM porque, de lo contrario, las propias autoridades estaríamos propiciando y no atendiendo la seguridad de nuestra comunidad. No descartó que acciones como la de ayer se apliquen paulatinamente en el resto de los campus y facultades.

Imagen en el corredor de Filosofía y LetrasFoto Marco Peláez

Desde la madrugada de ayer se acordonó la zona y elementos de Auxilio UNAM pusieron varios vehículos en los espacios donde se montaban los puestos de los ambulantes para evitar que se colocaran. Durante la conferencia se informó que se decidió seguir esa estrategia para evitar enfrentamientos y respetar las garantías individuales de los comerciantes.

Se informó que de los 92 vendedores que se colocaban cotidianamente en los pasillos que comunican la FFL con la Biblioteca Central y el estacionamiento, sólo dos cuentan con el permiso de Patronato Universitario.

La directora de Patrimonio Universitario, María Ascensión Morales, indicó que algunos casos podrían revisarse, sobre todo los de quienes expenden productos que sí necesita la comunidad, por lo que descartó que se aprueben permisos para vendedores de discos, ropa o artesanías. No podemos autorizar cosas nada más porque sí; los estudiantes requieren comer, fotocopias, papelería.

Cuando los vendedores de pan francés, libros, artesanías, abarrotes, café y otros llegaban para iniciar un día de trabajo, se les entregó un documento en el que se les notificó que no podrían ejercer el comercio dentro de las instalaciones universitarias por no tener el permiso correspondiente.

Los colectivos que ocupan el auditorio Ché Guevara manifestaron su solidaridad con los comerciantes, aunque señalaron que son ellos los que deben organizarse para defenderse. Asimismo, advirtieron que no permitirán que la rectoría intente recuperar ese auditorio.

Algunos alumnos solicitaron a las autoridades que retiren los vehículos que se colocaron sobre los espacios que ocupaban los vendedores y bloquearon por más de dos horas la circulación en el circuito universitario.