El actual proceso electoral es el momento para que los trabajadores cobren facturas al partido político que apoyó las reformas a la Ley del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), al que se fue contra los sistemas de pensiones, y que es el mismo que ahora quiere impulsar la reforma laboral regresiva: es el momento de sufragar contra quienes han votado contra los trabajadores.

Así se planteó en el arranque de la Campaña por la Defensa de los Fondos de Ahorro para el Retiro, anunciada por la Red Puentes, el Centro de Información del Comportamiento Empresarial y el Frente Auténtico del Trabajo (FAT), y se sostuvo que 19 administradoras de fondos de ahorro para el retiro que manejan más de 39 millones de cuentas, con un valor superior al millón de millones de pesos, han obtenido más de 29 mil millones de pesos de utilidades, aun cuando los trabajadores han perdido parte importante de sus ahorros por la crisis.

En este foro, Arturo Alcalde, de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos, señaló que el gobierno y el partido en el poder han maniobrado para que los trabajadores olviden en este periodo electoral todos los agravios cometidos en su contra, y particularmente todo lo que se hizo contra el sistema pensionario nacional y cómo se les obligó a entregar sus ahorros a las administradora de fondos de ahorro para el retiro y a trabajar más años para jubilarse.

Ese millón y medio de trabajadores que se tuvieron que amparar contra la Ley del ISSSTE, ¿por qué partido van a votar?, se preguntó el abogado, y contestó que es el momento de ellos y de todos los trabajadores afectados por las políticas gubernamentales para que cobren la factura contra el partido que atentó contra la seguridad económica de su futuro, en clara referencia a Acción Nacional, que fue el que impulsó estas reformas.

A su vez, el investigador y catedrático Gustavo Leal planteó que hay gran desinformación sobre el tema de los fondos de ahorro, y sostuvo que el problema central no es tanto el tamaño de las pérdidas o minusvalías que tuvieron los trabajadores con la crisis, sino que el sistema de cuentas individuales no va a garantizar a nadie una pensión digna, porque sólo va a contribuir con 20 por ciento de la pensión que se garantizaba antes con el esquema de reparto. Lo fundamental es la inviabilidad de la Ley del IMSS, y la del ISSSTE, dijo.