La medida aumenta el desempleo, amenaza comunidades y reduce impuestos: afectados
Los presidentes de ambas automotrices alegan que es clave para salvar sus compañías
Jueves 4 de junio de 2009, p. 26
Washington, 3 de junio. Las quebradas automotrices estadunidenses General Motors Corp (GM) y Chrysler intentarán disipar el temor de los parlamentarios, que en algunos casos llega a ser ira, por sus planes de recortar más de 2 mil 300 concesionarios. Miembros del Comité de Comercio del Senado interrogarán al presidente ejecutivo de GM, Fritz Henderson, y al presidente de Chrysler, Jim Press, sobre el único aspecto de la restructuración que ha generado un rechazo generalizado del Congreso.
La súbita reducción de concesionarios aumenta el desempleo, amenaza comunidades y reduce los ingresos impositivos estatales y locales, sin ninguna baja correspondiente en los costos de las automotrices
, opinó John McEleney, presidente de la Asociación Nacional de Concesionarios de Automóviles.
Los presidentes de ambas automotrices, sin embargo, defendieron la reducción de sus redes de distribución porque, según ellos, eliminar 2 mil 300 concesionarios es clave para salvar sus compañías. GM planea recortar mil 600.
El jefe de la mayoría demócrata de la Cámara de Representantes, Steny Hoyer, aseguró que las comisiones parlamentarias van a vigilar
la participación del Estado federal en las compañías del sector automotriz.
Estimaciones de la industria muestran que se encuentran en riesgo concesionarios de ambas compañías, que dan empleo a más de 100 mil personas. En su testimonio, McEleney destacará la necesidad del gobierno de proveer nuevo financiamiento para que Chrysler pueda recomprar inventario no vendido, partes y otros activos, además de darle más tiempo a los concesionarios para cerrar sus puertas.
El mes pasado, Press declaró al Congreso mediante una carta que su compañía ayudaría a los concesionarios más allá de la fecha límite fijada por la firma. Para el 9 de junio, Chrysler planea cerrar 789 salas de ventas, cerca de 25 por ciento de sus concesionarios.
El lunes, un juez de la Corte de Quiebras de Nueva York aprobó la venta de prácticamente todos los activos de Chrysler a un grupo liderado por la italiana Fiat, pese al rechazo de concesionarios y otros grupos en cuanto a que la automotriz estaba actuando demasiado rápido.
La corte aún debe aprobar la estrategia para los concesionarios de Chrysler. La automotriz, que está cercana a salir de la protección judicial, dijo que no puede comentar sobre el testimonio de Press previo a la audiencia.
La compañía GM quiere recortar mil 100 de sus concesionarios más pequeños y menos rentables y perderá otros 470 al deshacerse de sus marcas Saab, Saturn y Hummer.
General Motors planea seleccionar el martes un comité de siete a 11 acreedores generales sin garantías, dijo un abogado que representa a los tenedores institucionales. Los grandes inversionistas institucionales no pretenden ingresar al comité, afirmó Andrew Rosenberg, abogado del comité ad-hoc de grandes acreedores por bonos, luego de una reunión de acreedores de GM en Nueva York.
Los asesores legales y financieros del comité de acreedores sin garantías podrían ser seleccionados el martes, indicó Rosenberg. Los grandes acreedores apoyan el canje de deuda acordado esta semana, añadió.
El fabricante de automóviles debió acogerse el pasado lunes a las leyes de bancarrota, porque durante años sus administradores ignoraron las tendencias del mercado automotriz.
Tras su creación en 1908, General Motors superó en ventas a su rival Ford hasta 1932 y durante más de medio siglo se mantuvo no sólo como la empresa más grande del mundo, sino como un icono de las corporaciones estadunidenses.
Sin embargo, las primeras señales que evidenciaron que su estrategia podría no ser la adecuada vinieron de Japón, cuyas automotrices comenzaron a fabricar durante la década de 1980 autos compactos de alta calidad y más ahorradores de gasolina que los estadunidenses.