Se espera que Barack Obama discuta en público los próximos pasos de la automotriz
El gobierno se prepara para asumir el control de más de dos tercios de la compañía
Lunes 1º de junio de 2009, p. 31
Washington, 31 de mayo. General Motors (GM) y el gobierno de Estados Unidos finalizaron este domingo planes para que la golpeada automotriz se reorganice, ya que la mayoría de los tenedores de bonos ayudaron a despejar el camino para presentar la bancarrota de la automotriz el lunes, antes de que abran los mercados financieros. La quiebra será presentada en la Corte de Bancarrota de Estados Unidos en Manhattan, misma que ha supervisado la rápida quiebra de Chrysler, financiada por el gobierno, dijo una de las fuentes.
Hoy será histórico para la empresa: marcará el final de la antigua General Motors y el comienzo de una nueva, declaró el gobierno en un comunicado.
Se espera que el presidente Obama discuta el lunes en forma pública los próximos pasos de GM y que anuncie su apoyo al proceso de insolvencia, en un discurso televisado, según The New York Times. Mientras, el gobierno se prepara para asumir el control de más de dos tercios de la compañía en intercambio por decenas de miles de millones de dólares de ayuda.
Barack Obama expuso que una liquidación y la bancarrota habían sido la única opción ante la ausencia de una participación mayoritaria estadunidense en la atribulada GM, y que esperaba que el gobierno fuera dueño de menos de 72 por ciento de la automotriz. La quiebra de GM será la tercera bancarrota más grande en la historia de Estados Unidos y la mayor y más compleja en los anales de la industria.
El presidente de la compañía, Fritz Henderson, ofrecerá mañana una conferencia de prensa en Nueva York, en la que se espera que anuncie la declaratoria de insolvencia del principal fabricante de automóviles estadunidense.
GM ha estado perdiendo participación en el sector desde comienzos de la década de 1980, cuando tenía 45 por ciento del mercado estadunidense. La automotriz se vio afectada por su dependencia a un lineamiento dominado por camiones y por una profunda caída en la demanda, mientras los créditos se estrechaban en 2008.
Desde la semana pasada GM ha estado apurándose en completar una serie de acuerdos de último momento que intentan acelerar el proceso de quiebra, que la verían emerger con un mayor porcentaje de propiedad del gobierno estadunidense.
Aquellos acuerdos incluyen un nuevo contrato para el sindicato United Auto Workers y un pacto para salvar del colapso a la automotriz Opel (unidad de GM), tras negociaciones mediadas por el gobierno alemán.
La automotriz debía un total de 27 mil millones de dólares a los acreedores, que a cambio de su renuncia obtendrán 10 por ciento en el nuevo grupo, con la posibilidad de incrementarlo luego a hasta 25 por ciento.
Cuando haya concluido el proceso de reorganización, se espera que GM tenga 35 mil empleados menos, con un total de 200 mil, la mitad de hace una década. GM ha perdido 88 mil millones de dólares desde 2005.
Apoyo a inversionistas
Los tenedores de bonos han sido una de las últimas piezas en caer en medio del complicado entramado de la bancarrota de GM, dirigido por un grupo de trabajo designado por la Casa Blanca y encabezado por el ex agente financiero Steve Rattner.
Los inversionistas que representan cerca de 54 por ciento de los 27 mil 200 millones de dólares en bonos de General Motors expresaron su apoyo a un canje mediado por el Tesoro estadunidense, que podría ayudar a acelerar el proceso de quiebra de la automotriz.
Elliot Sloane, portavoz de una comisión ad hoc de aproximadamente una decena de grandes tenedores de bonos de GM, indicó que inversionistas que representan cerca de 19 por ciento de los papeles de la automotriz renovaron su apoyo a la propuesta de canje de deuda antes del plazo final del sábado.