Londres, 30 de mayo. Saltó a la fama con su canto, pero a partir de hoy en el Reino Unido brillan otras estrellas: la ama de casa escocesa Susan Boyle no logró la victoria en la final del concurso televisivo Britain’s Got Talent, al ser derrotada por el grupo de baile Diversity.

El grupo ganador será premiado con un cheque por 100 mil libras esterlinas (160 mil dólares) y tendrá el honor de actuar ante la reina Isabel II.

De entre 10 finalistas, Boyle quedó en segundo lugar. No pudo convencer a la cantidad suficiente de fans al cantar I dreamed a dream, del musical Los miserables.

Sin embargo, esta ama de casa regordeta de 48 años, que en un primer momento fue el centro de las burlas del público por su curiosa apariencia, fue hasta el último momento la estrella del show.

Gracias a su imponente canto y al portal YouTube alcanzó fama mundial en pocos días; Boyle, cuya interpretación en la primera ronda del exitoso concurso de talento ha sido descargada más de 150 millones de veces en Internet, era la favorita para llevarse el título.

Ella ha llorado repetidamente, dijo el juez Piers Morgan en una entrevista con el programa estadunidense Inside Edition.

Y hasta ayer, preparaba su equipaje, agregó.

En su blog, Morgan señaló que Boyle tuvo dificultades de aprendizaje debido a que le faltó oxígeno al nacer y que fue apodada como Susan Simple en la escuela.

Los concursos de talento televisivos han producido una cantidad innumerable de estrellas, pero la transformación de Boyle ha sido un caso aparte, debido al interés que ha generado en todo el mundo y por su capacidad de superar una imagen que no encaja con la de una celebridad.

En los días siguientes a su entusiasta interpretación de I dreamed a dream en abril, equipos de televisión acamparon fuera de su residencia rural en Escocia y ella ha aparecido en programas de la televisión estadunidense con los conductores Oprah Winfrey y Larry King.

Susan, quien vive sola con su gato y bromea que nunca la besaron, es descrita por los medios británicos como desaliñada y como un ángel peludo.

La cantante logró callar las burlas y risas de la audiencia en su primera presentación, y el juez del programa Simon Cowell le ofreció disculpas por haberla subestimado debido a su apariencia.