Gustavo Madero le responde que se ocupe de los derechos humanos
Viernes 29 de mayo de 2009, p. 8
El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), José Luis Soberanes, informó que ha recibido varias quejas de detenidos en el operativo antinarco en Michoacán, que serán analizadas, y consideró que, por cortesía política
, las autoridades federales debieron notificar previamente al gobernador Leonel Godoy.
Entrevistado en el Senado, luego de inaugurar un seminario sobre Perspectivas de los derechos humanos en el siglo XXI, sostuvo que aunque el gobierno federal no tiene obligación de informar a los gobernadores sobre la realización de acciones en contra de la delincuencia organizada en sus entidades, a lo mejor la cortesía política hubiera exigido que lo hicieran
, porque hay modos y formas
.
Sin embargo, el coordinador de los senadores panistas, Gustavo Madero, no estuvo de acuerdo con el señalamiento, y dijo que Soberanes por lo que debe preocuparse es por los derechos humanos
. Insistió en que no hay ningún sesgo electoral en la medida, sino la decisión de erradicar el narcotráfico de cada rincón del país
.
El titular de la CNDH comentó que en principio no ve violaciones a las garantías individuales de los michoacanos detenidos, lo cual no quiere decir que no las haya habido, pero nosotros tenemos que investigar, enterarnos bien de las cosas
.
Soberanes no precisó cuántas quejas se han presentado en la CNDH, ya que, aseveró, algunos familiares lo hicieron en Morelia y otros en la sede del organismo en esta ciudad, desde el miércoles pasado.
A su juicio, la pregunta que debe hacerse es: ¿hasta cuándo va a aguantar el Ejército en el combate al narcotráfico?, porque una situación de esa naturaleza tiene que ser provisional, no puede ser por muchos años, ya que los integrantes de las fuerzas armadas no están capacitados para esas tareas, y por ello se dan situaciones como la que estamos viendo, de violaciones de derechos humanos a la población
.
Lo que se tiene que hacer, explicó el ombudsman, es un plan para reforzar la Policía Federal Preventiva, para que poco a poco se vaya haciendo cargo de frenar a las bandas criminales y los soldados paulatinamente regresen a los cuarteles.