Autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) decidieron cancelar las expulsiones provisionales contra ocho estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Azcapotzalco implicados en actos de violencia y conmutarlas por dos amonestaciones y seis suspensiones por un semestre.

Tras varias sesiones de diálogo y discusión, los implicados –quienes exigían no ser sancionados– y el grupo que los apoyó –conformado por padres, profesores y trabajadores– aceptaron la propuesta de las autoridades, encabezadas por los directores general del CCH, Rito Terán, y del plantel Azcapotzalco, Andrés Hernández, de cambiar las expulsiones por sanciones temporales.

Sin embargo, los alumnos aceptaron bajo protesta la permuta, debido a que no se sancionó a ninguno de los funcionarios que nos agredieron físicamente.

El pasado 23 de abril, estos alumnos realizaron una asamblea para analizar la reforma a la educación media superior aplicada por la SEP, para lo que ocuparon un salón de clases sin el permiso correspondiente. Ante ello, las autoridades del colegio los exhortaron a salir, pero al no alcanzar un acuerdo la discusión derivó en violencia y resultó herido el director del plantel, por lo que aunque los alumnos denunciaron haber sido agredidos por policías, fueron remitidos ante el Ministerio Público.

Después de ello, tuvieron varias reuniones con funcionarios de la institución, pero no se llegó a ningún acuerdo y el 13 de mayo fueron expulsados de manera provisional, hasta que el tribunal universitario resolviera su situación. Al considerar que las puertas de diálogo estaban cerradas, el miércoles de la semana pasada un grupo de activistas de la UNAM, en apoyo a los ocho ceceacheros, tomaron de manera violenta la dirección general del CCH para exigir una mesa de negociación, la cual se instaló el viernes pasado y continuó este lunes y martes.

Luego de las tres sesiones, se acordó que Julieta Soloria y Érika Escamilla, por ser alumnas regulares, sean amonestadas por los hechos del 23 de abril, en tanto que Ángel Portillo, Iván Robles, Alejandro Mosqueda y Norma Chávez serán suspendidos por seis meses.

En tanto, Leobardo Hernández y Jair Juárez, quienes deben más de 20 materias, además de la suspensión semestral fueron condicionados a presentar un plan de egreso para resarcir su rezago académico. Asimismo, Juárez aceptó su cambio a otro plantel.

Cabe destacar que Soloria, en solidaridad con sus compañeros, había sugerido a las autoridades canjear su amonestación por una suspensión semestral, porque en principio los directivos propusieron que Hernández y Juárez fueran suspendidos por un año.

Debido a que el caso está en el tribunal universitario, el director del plantel presentará la mejor argumentación a fin de que se presente el canje de la sanción y la resolución se dé lo más pronto posible, señaló Rito Terán. Informó que el castigo surtirá efecto hasta que el tribunal emita su resolución, por lo que los ocho jóvenes podrán realizar los trámites de inscripción a licenciatura, solicitud de exámenes extraordinarios o al siguiente semestre de bachillerato. Fue un ejercicio de diálogo muy relevante e importante en la UNAM, donde llegamos de una manera positiva a acuerdos, dijo.