Antes de ejecutarlo, fue torturado y mutilado en septiembre de 1973
Miércoles 27 de mayo de 2009, p. 26
Santiago, 26 de mayo. La justicia chilena identificó al menos a dos de los autores materiales de la muerte del cantante y autor insignia de la nueva canción chilena, Víctor Jara, asesinado el 15 de septiembre de 1973 tras el cruento golpe militar de Augusto Pinochet que derrocó al gobierno constitucional de Salvador Allende.
El diario oficialista La Nación reportó que el crimen del popular artista habría ido cometido por muchachos de 18 años, integrantes de la escolta del entonces coronel Pedro Espinoza Bravo, encargado de la suerte de miles de civiles prisioneros.
Los criminales fueron señalados como los ex conscriptos José Adolfo Paredes Márquez y Francisco Quiroz Quiroz, hoy ambos de 54 años de edad.
Los informes indican que los dos ex conscriptos están bajo arresto desde el viernes pasado, cuando fueron llevados ante la presencia del juez Juan Fuentes Belmar en el Palacio de Tribunales.
Tras varias horas de interrogatorios quedaron formalmente detenidos, y posteriormente el impartidor de justicia ordenó que fueran trasladados incomunicados hasta un recinto penitenciario.
Luego de ser reconocido por los militares, el cantante fue torturado; le fracturaron los dedos a patadas y lo golpearon en el rostro con las culatas de los fusiles.
Al final fue acribillado, junto con otros prisioneros, con ráfagas de grueso calibre de fusiles FAL automáticos, al parecer por haber sido figuras representativas de la Unidad Popular, la coalición de gobierno que daba sustento político a la administración Allende.
En las primeras horas de la dictadura los dos jóvenes militares que cometerían el crimen, Paredes y Quiroz, formaron parte de las fuerzas que participaron en el asalto y las detenciones de alumnos y académicos de la Universidad Técnica del Estado y en la custodia de los prisioneros en el cercano y Estadio Chile, convertido en prisión. Hoy ese recinto lleva el nombre de Víctor Jara.
Trascendió que existe una lista de no más de seis personas investigadas por el mismo hecho, que son buscadas por la Policía Civil de Investigaciones. Todos ellos estarían siendo investigados a partir de la identificación de los efectivos militares que escoltaron al entonces coronel Pedro Espinoza Bravo en su recorrido por Santiago, durante las horas en que ocurrió el crimen del artista.
Uno de los detenidos estaría confeso de su participación en el fusilamiento del cantante y colaboró con la descripción del trágico episodio que terminó con la vida de Víctor Jara. Además, también se identificó a un oficial del ejército que estuvo a cargo del destacamento asesino.
Los detenidos han sido sometidos a intensos careos para zanjar sus contradicciones respecto del grado de participación de esos militares en el hecho.