La presidenta del DIF Nacional, Margarita Zavala, alabó el trabajo que médicos, enfermeras y el personal de los hospitales de diversas instituciones de salud realizaron durante las semanas de contingencia sanitaria por la presencia del virus A/H1N1.

En el Hospital Pediátrico de Tacubaya, dependiente del Gobierno del Distrito Federal, sostuvo que desde los primeros días de la influenza el personal médico y todos los que laboran en los hospitales demostraron el ejercicio de su vocación, ya que sin saber el tipo de virus y cómo se contagiaba atendieron a los enfermos; si alguien trabajó el triple durante esas semanas fueron ustedes, dijo al constatar la entrega por la Fundación Antenas por los Niños del sistema terapéutico para los infantes y adolescentes, que funciona por medio de un títere interactivo controlado en tiempo real por sicólogos.

Zavala expuso que falta mucho camino por recorrer para atender a los niños. A ellos hay que ponerles más atención. Consideró que el uso de dicha herramienta es la apertura a nuevos instrumentos para complementar la atención pediátrica que se brinda en dicho hospital. Reconoció la fama del nosocomio, pero pidió a su personal que no se duerma en sus laureles y utilice la tecnología para las terapias interactivas que requieren los infantes.

Todos tenemos una responsabilidad social; hacer uso de ese sistema interactivo es hacerse responsable del destino de los demás, sobre todo en la ciudad de México, asentó en su mensaje a la comunidad del hospital infantil de Tacubaya.

El sistema interactivo consiste en el uso de un personaje, en este caso llamado Dulas, que se hace amigo y confidente del niño para ayudarlo a resolver problemas y aclarar dudas; el infante podrá expresar sus miedos, temores, angustias y experiencias, sin temor a represalias; se dará cuenta de sus sentimientos y emociones para que pueda superar diferentes situaciones, explicaron en un cartel los sicólogos especialistas en niños y adolescentes que participan en la citada fundación.

Dicho sistema ya se aplica en el Hospital Infantil de México Federico Gómez, y para su óptimo funcionamiento se requiere una constante actualización del equipo electrónico, así como la capacitación y supervisión continua de los expertos que controlan al personaje, que sólo habla con los adultos cuando hay un niño que lo acompaña, y además brinda a éste el apoyo y libertad para decir lo que siente en un espacio confidencial.