En el país no existen buenas escuelas para la formación de escenógrafos y vestuaristas. Muchos de los que han sido reconocidos a escala internacional provienen de otras disciplinas y no son egresados de la única escuela profesional que existe en México, afirmó Jorge Ballina.

El escenógrafo dio a conocer hace unos días los detalles de la exposición Teatro, vestuario y escenografía: muestra internacional de la evolución del diseño mexicano.

Asimismo, en charla con La Jornada, Ballina señaló que una de las dificultades que enfrentan los creadores escénicos no es tanto el presupuesto, sino la burocracia (de la Secretaría de Hacienda) y la manera en que se destina el dinero.

La falta de escuelas para la formación de escenógrafos y vestuaristas es una situación lamentable y una mala señal en la formación de quienes se dedican a esas áreas del quehacer escénico, abundó.

A la Escuela Nacional de Arte Teatral (ENAT), dependiente del Instituto Nacional de Bellas Artes, no le ha interesado acercarse a los escenógrafos o vestuaristas con cierta experiencia; más bien, ha sido todo lo contrario. Es una escuela cerrada, pues muchos de los que egresan se convierten en maestros; es un círculo vicioso en el que los docentes enseñan de una manera terriblemente anticuada, nada contemporánea.

Desorden y retrasos

Según Jorge Ballina, la burocracia y cómo se destina el presupuesto es hoy día una seria dificultad.

“Un ejemplo es el caso de una obra cuyo presupuesto para construir la escenografía se recibió cuando ya había terminado temporada.

“Ahora –prosiguió el creador escénico– el problema del presupuesto no es sólo del Instituto Nacional de Bellas Artes o las autoridades culturales, sino de la Secretaría de Hacienda y sus nuevas disposiciones, pues las instituciones no pueden controlar los pagos como antes.

“Hacienda ahora se encarga de dar salida al dinero, ahora la gente de ópera o teatro ni siquiera sabe cuándo les depositaron a los grupos, pues son cheques interbancarios.

La dependencia busca tener un mayor control, pero lo que ha provocado de manera absurda es descontrol y retrasos. En otros casos es al revés, pues se ha entregado el pago completo de escenografías que no se han terminado de construir, lo cual es bueno, pero si un realizador quisiera no terminarla, podría hacerlo, porque ya le pagaron todo sin entregar.

No obstante, el trabajo de escenógrafos y vestuaristas mexicanos es reconocido a escala internacional por su diversidad y originalidad.

Al respecto, Ballina explicó: En Estados Unidos o Inglaterra, donde quizá se encuentran las mejores escuelas de diseño escénico del mundo, al igual que creadores de países europeos, todos diseñan idéntico, con una misma receta. Tienen muchos recursos, pero muy poca imaginación.

En contraste, esa labor se ha podido desarrollar en México, porque algunos de los más reconocidos creadores en esas especialidades no provienen propiamente de una escuela de escenografía, sino de otras disciplinas.

Ballina subrayó la diversidad en las formaciones de algunos escenógrafos y vestuaristas: son arquitectos, artistas plásticos o bailarines.

Otro de los elementos que influye, pero de manera positiva, son las condiciones en las que deben trabajar. En ciertas circunstancias tenemos que ingeniarnos de las maneras más extrañas, en los espacios más raros y con poco dinero, y eso obliga a pensar de manera diferente para no desperdiciar recursos, añadió.

Primera ópera

Jorge Ballina adelantó a La Jornada que el 5 de julio estrenará, como director y escenógrafo, su primera ópera, titulada Muerte en Venecia, de Benjamin Britten, basada en la novela de Thomas Mann.

La exposición Teatro, vestuario y escenografía participó con el título De dulce, chile y manteca en la pasada Cuadrienal de Praga 2007, competencia internacional en la que fue galardonada con la medalla de oro a los mejores trabajos de vestuario.

Ahora, esa muestra, como se presentó en la capital checa, puede ser apreciada en la ciudad de México.

La muestra reúne trabajos de Alejandro Luna, Tolita y María Figueroa, Philippe Amand, Mónica Raya, Jorge Ballina, Humberto Spíndola, Sergio Villegas, Jesús Hernández, Claudio Valdés Kuri, Igor Lozada, Cordelia Dvorák, Jerildy Bosch y Eloise Kazan.

Se exhibe en ARTeria México (Isabel la Católica número 12, estación Allende del Metro).