Organizaciones campesinas identificadas con el Partido Revolucionario Institucional sostuvieron que mientras el gobierno no dé un giro total a la política neoliberal para respaldar a los pequeños y medianos productores, el sector agropecuario seguirá sin rumbo y con un creciente proceso migratorio de las zonas rurales.

Los dirigentes de la Confederación Nacional Campesina (CNC), Cruz López Aguilar, y de la Central Campesina Independiente (CCI), Rafael Galindo Jaime, sostuvieron que sin una política en la que se ponga al campo en el centro de las decisiones nacionales y se le revalore como parte esencial y estratégica para el desarrollo del país, no se puede demandar mayor productividad en el agro.

Respecto al escaso respaldo a los pequeños productores, Francisco Quintana Damián, director de vinculación de la Organización Nacional de Porcicultores (Ornapor), apuntó que el gobierno ha dado preferencia a los industriales y a los grandes productores de cerdos.

“Los 30 millones de pesos destinados a la campaña para promover el consumo de carne de cerdo fueron entregados a la Confederación de Porcicultores de México –que aglutina a los grandes productores–; ellos están decidiendo adonde van dichos recursos”, señaló Quintana.

A la Ornapor –conformada por 6 mil micro, pequeños y medianos productores– “no nos han tomado en cuenta en la definición de las estrategias de difusión, a pesar de que la recuperación del consumo de carne de cerdo y sus derivados es muy lenta.

El daño es estructural. Si en una semana no hay un cambio más acelerado en el consumo, empezarán a cerrarse granjas familiares, pues de las 100 mil toneladas mensuales que se consumían en el Distrito Federal, se tiene un registro de venta de 20 por ciento. Ochenta mil toneladas siguen sin mercado, abundó.

A su vez, el dirigente de la CNC expresó que la acción del gobierno debe favorecer a las mayorías desprotegidas y reducir desigualdades entre productores y entre ciudad y campo.

También tiene que considerar a la soberanía y seguridad alimentarias como punto de partida y norma de nuestra política interna y negociaciones comerciales en materia agropecuaria, siempre con una visión nacionalista, dijo.

Galindo Jaime expuso que los programas anticíclicos creados por la actual administración se han convertido en anuncios mediáticos, sin resultados efectivos; los campesinos siguen afrontando costos altos en los insumos para las siembras y precios bajos para sus cosechas, mientras las importaciones de soya son de 97 por ciento y las de arroz en 74 por ciento.

Mencionó que en los pasados ocho años más de 3 millones de jóvenes, la mayoría habitantes de zonas rurales, han emigrado a Estados Unidos en busca de una fuente de ingreso para garantizar la alimentación de sus familias.

Si en México no se ha concretado un estallido social en el campo es porque las nuevas generaciones han emigrado a Estados Unidos, y con las remesas sus familias mitigan el hambre.

Ambos dirigentes rechazaron la propuesta empresarial de aplicar el impuesto al valor agregado en alimentos y medicinas.

Además, el desempleo, según datos oficiales, afecta a más de 2.5 millones de personas, deploró Cruz López Aguilar.

Adelantó que al concluir las próximas elecciones federales, la CNC reiniciará la jornada de movilizaciones en contra de la política neoliberal, que insiste en aplicar el actual gobierno, aunque es evidente su fracaso.