A un mes de que la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) del Distrito Federal emitiera una recomendación por anomalías en su funcionamiento, la gasera Garza Sur, ubicada en prolongación División del Norte 5224, sigue funcionando con la anuencia de las autoridades, denunciaron vecinos de la colonia Ampliación San Marcos, en Xochimilco.

A pesar de que en el documento emitido el 22 de abril de este año la PAOT revelaba que la delegación Xochimilco y las secretarías de Medio Ambiente y Protección Civil contravinieron lo establecido en la legislación local y permitieron el funcionamiento de la gasera, parece que nadie resulta responsable, porque la distribuidora sigue operando como si nada.

La gasera, refirieron los afectados, continúa con la venta del carburante al transporte concesionado, a pesar de los sellos de clausura colocados por autoridades de Xochimilco desde 2007. Además, dijeron, opera las 24 horas del día a la vista de todos.

Con esta distribuidora que trabaja de manera ilegal, la zona se ha convertido en una bomba de tiempo porque, dijeron los colonos, cerca de ella existen una fábrica de cosméticos, dos ductos de Pemex, un tubo de gas natural y dos gasolineras más, que ponen en grave peligro a más de 450 familias de la colonia Ampliación San Marcos.

Joaquín González de la Vega, uno de los residentes de dicha colonia, denunció que las autoridades han permitido que se viole el uso de suelo “porque primero se construyeron las zonas habitacionales y después dieron permisos para que se establecieran las industrias.

González de la Vega informó, además, que ya interpusieron una denuncia ante la PAOT contra la planta de L’Oreal, que se ubica a unos cuantos metros de la gasera y la zona habitacional.

Denunciaron que la fábrica de cosméticos no cuenta con las medidas de protección civil para estar cerca de una zona habitacional. En la planta existen tanques en los que se almacenan solventes altamente flamables. Además, denunciaron que a diario las familias asentadas cerca de la planta deben soportar las emanaciones tóxicas que inciden en su salud.

La denuncia también refiere que la empresa de cosméticos lanza al drenaje toda clase de solventes, por lo que “L’Oreal, en vez de comprar a las autoridades, debería contratar una planta tratadora de aguas”.