Seúl, 23 de mayo. El ex presidente surcoreano Roh Moo-Hyun (2003-2008), implicado en asuntos de corrupción, falleció hoy al precipitarse por un barranco en un macizo montañoso durante un paseo, en un incidente que habría sido un suicidio, anunciaron la policía y fuentes cercanas a la víctima.

El ex presidente Roh ha caído de una montaña. Ha sido trasladado a un hospital donde los médicos certificaron su muerte a su llegada, declaró un portavoz de la Agencia Nacional de Policía. Estamos investigando para saber si ha caído por accidente o suicidio.

De 62 años, el ex mandatario Roh saltó de una roca, en una montaña detrás del pueblo de Bongha, afirmó a la prensa el ex jefe del secretariado presidencial Moon Jae-In, y precisó que el difunto había dejado a sus familiares una breve nota de adiós anunciando su suicidio.

Según la agencia surcoreana Yonhap, el ex presidente, gravemente herido en la cabeza, murió cuando era trasladado de un hospital cercano a un centro sanitario mayor cerca de Busan.

Por favor, no tengan sentimientos de tristeza. ¿No son la vida y la muerte una cosa y la misma?, señala la carta según la televisión local. Ha sido tan duro. Le creé tantos problemas a tantas personas, añade la misiva.

En 2008, Roh tuvo que abandonar el poder al estar implicado en casos de corrupción. La justicia lo investigaba por el pago de un millón de dólares a su esposa por un adinerado fabricante de zapatos que, además, efectuó otro pago de 5 millones de dólares al marido de una de sus sobrinas.

Antes de incursionar en la política el ex gobernante fue un ferviente defensor de los derechos humanos que enfrentó al régimen militar, por lo que estuvo en prisión un tiempo en 1987.

Si bien fue elegido en parte en 2003 con un programa contra la corrupción, luego había pedido disculpas por los casos que implicaron a su familia, aunque había rechazado una malversación de fondos con fines personales. Además, su mandato se deterioró debido a las acusaciones de incompetencia en su gestión económica.

Roh, político liberal, se convirtió en el tercer presidente surcoreano en ser investigado por asuntos de corrupción, tras los casos de Chun Doo-Hwan y Roh Tae-Woo, quienes fueron reconocidos culpables y condenados a muerte en 1995 por recibir sobornos e incitar a un amotinamiento, aunque perdonados dos años después.

El hermano mayor de Roh, Roh Gun-Pyeong, había sido encarcelado la pasada semana para cumplir una pena de cuatro años de prisión al haber sido condenado por aceptar más de 2 millones de dólares de comisiones durante el mandato de su hermano, en un caso que no estaba relacionado con la investigación a Roh.

A Roh se le acusó por su acercamiento con Corea del Norte al protagonizar un encuentro histórico con el líder Kim Jong Il en 2007. Una política que quedó rota tras su salida del poder.