Zacatecas, Zac., 21 de mayo. Los custodios de la prisión de Cieneguillas denunciaron hoy que tenían seis meses bajo el acoso permanente y las amenazas de Los Zetas –brazo armado del cártel del Golfo–, no sólo en el penal, sino también en la calle, hechos que hicieron del conocimiento del gobierno estatal, pero no se hizo nada, aun cuando el 16 de enero el comandante del servicio de guardia, Tomás Garay Rojas, fue levantado y desde entonces está desaparecido.

En una carta remitida a los medios de comunicación por parte de los custodios que se encuentran en libertad, se asegura que ellos y los 44 compañeros sujetos a arraigo, somos víctimas de la pasividad y el abandono en que nos tiene el gobierno del estado.

Los quejosos proporcionaron copias de varios oficios que en su momento remitieron a Eduardo Romero García, director del penal (también arraigado), y a la Dirección de Prevención y Readaptación Social, dependiente de la Secretaría General de Gobierno, pero nos dejaron solos.

Además, recuerdan, desde hace un año habían pedido a las autoridades penitenciarias el traslado de estos internos a una cárcel de máxima seguridad, pero nunca se les hizo caso, desconociendo los motivos, ya que hasta en los medios de comunicación se dio a conocer que los internos de población se amotinaron (en noviembre de 2008) y la gobernadora Amalia García Medina hizo caso omiso de la ayuda que se requería.

Los custodios hacen un llamado a los diputados y senadores encargados de las comisiones de Seguridad Pública en su Cámara, para que las mismas hagan una investigación a fondo, busquen responsabilidades y estén los que deban estar tras las rejas, encerrados en prisión. Se omiten firmas por razones de seguridad, esperando disculpen la obvia razón.

Uno de los oficios, fechado el 22 de noviembre del año pasado, y dirigido al jefe de los custodios, Eduardo Romero García, advierte que el preso Manuel de Jesús Ochoa Espinoza (uno de los 53 fugados el pasado 18 de mayo), molesto porque no se le permitió a su familia visitarlo, los amenazó preguntando que quiénes eran los custodios que estaban en la recepción, porque ya se estaban pasando de verga, que si era Raúl o el director para avisarle a su gente, o si era cualquiera de nosotros, que esto él lo iba a arreglar.

No habían transcurrido dos meses, cuando el 16 de enero el comandante de los custodios, Tomás Garay Rojas, fue levantado y continúa desaparecido. Este hecho obligó a la Procuraduría de Justicia del estado a iniciar la averiguación 12/09-B/HAD, a cargo del Ministerio Público especializado en homicidios y asociación delictuosa.

Los Zetas, explican en su carta los custodios, los amedrentaron desde hace seis meses mostrando que eran capaces de desaparecernos, sin que tuviéramos respuesta favorable o ayuda por el gobierno del estado.

Entre otros documentos anexos en su denuncia revelaron que, desde el último motín en noviembre, se confinó en el área de separos a los 53 zetas que se fugaron, a pesar de que esa zona tiene capacidad sólo para 16 reos. Otro documento detalla cómo en vehículos con vidrios polarizados y sin placas, Los Zetas acosaban a los custodios en su recorrido del trabajo a sus casas.

Por otra parte, policías preventivos del municipio conurbado de Guadalupe se encargan de vigilar el exterior del penal de Cieneguillas, ubicado en el municipio de Zacatecas, luego de que la Policía Federal Preventiva dejó de realizar esas funciones sin que ninguna autoridad explicara la razón o justificara el movimiento.

Este jueves ocurrió un conato de enfrentamiento en el penal. Aunque extraoficialmente se decía que un reo había muerto, la información fue negada por las autoridades penitenciarias.

En diversos puntos del estado, incluida la ciudad de Fresnillo, el Ejército Mexicano continúa las pesquisas y cateos en busca de los fugitivos. Hoy fue día de visita, bajo fuertes medidas de seguridad.

Finalmente, la medianoche de este jueves, a través de un escueto comunicado de prensa de sólo 28 palabras, la gobernadora Amalia García Medina anunció que Alejandro Rojas Chalico, secretario de Seguridad Pública, le presentó su renuncia.

Rojas Chalico, con una trayectoria de más de 30 años de experiencia en la desaparecida Policía Federal de Caminos, se jubiló del servicio público federal y se incorporó a mediados de 2008 como subsecretario de Seguridad Pública en la entidad, bajo las órdenes de Carlos Pinto, secretario de Gobierno, cargo en el que no tenía oficinas, presupuesto ni policías.

El 3 de marzo pasado, García Medina lo designó secretario de Seguridad Pública, pero no había podido ejercer sus funciones hasta ayer, porque el gobierno estatal no ha publicado el reglamento de dicha dependencia, que debía estar listo a partir de mayo, como ordenó la legislatura local.