El coordinador de los senadores priístas, Manlio Fabio Beltrones, dijo ayer que no hay duda que a estas alturas salió más caro el remedio que la enfermedad en el caso de cómo el gobierno enfrentó la crisis sanitaria. ¿Qué va a hacer este gobierno para apoyar a todos aquellos que están sufriendo las consecuencias de la enfermedad? A lo mejor nos salvaron de que nos diera una gripa, pero nos dejaron sin empleos y sin negocios.

El legislador resaltó que la crisis de salud todavía no se logra superar, pero es más peligrosa la boca del presidente del PAN que la corbata del gobernador Enrique Peña Nieto. Y estoy hablando de que sigue siendo verdaderamente lamentable que el partido en el gobierno, su gobierno, no se estén ocupando de lo importante, sino de lo circunstancial.

Agregó: Pregúntele a cualquier restaurantero, hotelero o industrial si no siente ya los efectos de que se haya paralizado la economía en la búsqueda de controlar el virus de la influenza.

El priísta refirió que no pone en duda la existencia del virus, pero en otros países encontraron un mejor mecanismo de control que paralizar la economía. Subrayó que hoy lo que queremos es ver qué va a hacer el gobierno para rescatar la economía, a todos los que están sufriendo sus efectos, por eso digo que nos sale más caro el remedio que la enfermedad. Tenemos que actuar rápido buscando acuerdos; a la gente lo que le interesa además de su salud son su empleo, sus ingresos.

Por otra parte, la fracción del PRI en el Senado se reunió ayer con empresarios hoteleros, restauranteros, del autotransporte de pasajeros y agencias de viajes. Todos ellos, en sus intervenciones, demandaron apoyo para la reactivación del turismo, de la actividad económica y los servicios.

Los restauranteros pidieron una deducibilidad de 50 por ciento en las facturas de consumo, y que sólo se aplique de lunes a viernes, ya que ello en lugar de afectar la hacienda pública le daría 2 mil 300 millones de pesos adicionales.

En ese encuentro, los empresarios presentaron a los senadores priístas un paquete de medidas para aliviar la crisis ante la emergencia económica y sanitaria, como la liberación de créditos blandos y que se legisle para que haya más fines de semana largos, ya que ello genera una derrama de alrededor de 300 millones de dólares al país.

A la reunión con los senadores priístas asistieron el presidente del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET), Ernesto Coppel; el dirigente de la Asociación Nacional de Cadenas de Hoteles, Pablo Azcárraga; el presidente de la Federación Nacional de Agencias de Viajes, Gregorio Belfer; el vicepresidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera (Canirac), Manuel Gutiérrez; el dirigente de la Cámara Nacional de Aerotransporte (Canaero), Javier Christlieb, y el empresario Guillermo Ancida.

Por los senadores priístas asistieron su coordinador, Manlio Fabio Beltrones, así como Carlos Lozano, Fernando Castro, Pedro Joaquín Coldwell y Jesús Alberto Cano Vélez.

En la reunión, Beltrones anunció que en la sesión de la Comisión Permanente de este miércoles, el Partido Revolucionario Institucional presentará un punto de acuerdo para solicitar la comparecencia de los secretarios de Economía, Gerardo Ruiz Mateos, y de Turismo, Rodolfo Elizondo, para que expongan las estrategias que tienen para solucionar la crisis del sector, ya que la mitad de la planta laboral está desempleada por la emergencia de la crisis económica.

La comparecencia de ambos secretarios, así como del presidente del Consejo de Promoción Turística, Óscar Fish, no tiene el objetivo de traerlos al banquillo de los acusados, sino que den a conocer los programas que van a emprender, pues el gobierno federal decidió paralizar la economía del país.

Ernesto Coppel, del Consejo Nacional Empresarial Turístico, solicitó mayor impulso para los fines de semana largos, ya que dejan al país 300 millones de dólares, y pidió que se emprendan acciones de promoción turística.

Por su parte, Manuel Gutiérrez, de la Canirac, cuestionó el que por una decisión que se tomó en el escritorio sólo se deduce 12.5 por ciento de la factura de consumo de alimentos, cuando investigaciones internacionales señalan que ese beneficio fiscal se establece en promedio en 50 por ciento.