La comisión especial de la Cámara de Diputados que investiga las agresiones contra periodistas cuestionó los abusos y el incumplimiento laboral contra los trabajadores del Canal del Congreso y del canal interno de la Cámara llamado Círculo 16.

Por ejemplo, ayer la Cámara se negó a reinstalar a tres trabajadores despedidos desde 2003, y quienes cuentan con un laudo del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje. El argumento fue que el viernes pasado se presentó un recurso de revisión. En tanto este procedimiento no se resuelva, afirmó Guadalupe Altamirano Barragán, quien se presentó como apoderada de la Cámara, la reinstalación y el pago de salarios caídos está sub judice.

Los trabajadores Yolanda Cid González, Luciano Hernández Alcántara y José Francisco Rodríguez Cárdenas fueron acompañados por la actuaria adscrita al tribunal, Carol Nelly Serrano, quien en el acto recordó que se inició una averiguación previa en contra del titular de la Cámara de Diputados por desacato de una orden judicial.

Asimismo, trabajadores del canal Círculo 16, que sólo se puede ver en el circuito cerrado de televisión de la Cámara de Diputados, denunciaron que para evitar que se genere una relación laboral y obligaciones, se les considera como proveedores, por lo que sus pagos se retrasan hasta tres meses.

La figura bajo la cual trabajan obliga a que la autorización de los salarios de reporteros, camarógrafos y técnicos deba pasar por los comités de adquisiciones y de administración, así como por la Secretaría General de la Cámara, lo cual atrasa la emisión de sus cheques, además de que no tienen derecho a seguridad social ni a otras prestaciones legales.

El presidente de la comisión especial, Gerardo Priego Tapia, consideró vergonzosa esta actuación de la Cámara de Diputados. El lugar que debería ser una caja de cristal, donde todo sea transparente, permite contrataciones irregulares, que no cumplen con las leyes. Un empleador debe pagar impuestos, cubrir la seguridad social, ofrecer garantías a sus trabajadores, y estas obligaciones básicas aquí no se cumplen, afirmó en entrevista.

Refirió que estas prácticas no sólo ocurren en comunicación social, sino en todas las áreas, y este es uno de los grandes rezagos de la Cámara, que está muy lejos de ser ejemplo de honestidad en la contratación de sus recursos humanos, como ha pasado con los abusos cometidos contra los trabajadores de limpieza.