El marcador global de 5-3 promueve a los pupilos del Chelís
Esto es más de lo que esperábamos, expresó Chelís, técnico del Puebla, al término del partido en el TecFoto Reuters
Domingo 17 de mayo de 2009, p. a14
Monterrey, NL, 16 de mayo. El Puebla se confirmó como una realidad. Empató 2-2 con el Monterrey y se instaló en semifinales del torneo Clausura 2009, con marcador global de 5-3.
No sólo resultó determinante el 3-1 que consiguió en el primer duelo, sino que en el Tec se adelantó en el tanteador y con base en entrega y buen juego está a un paso de la final.
Con la necesidad de ganar por dos goles de diferencia, los Rayados se lanzaron al ataque desde el silbatazo inicial de Roberto García, pero no lo pudieron reflejar en el marcador.
En cambio recibieron un duro golpe. Al minuto 13, en un tiro libre por derecha, el uruguayo Alejandro Acosta ganó la posición a Felipe Baloy, rozó con la cabeza el esférico, que pegó en el poste derecho y entró a la meta del estático Jonathan Orozco.
Entonces el repleto Tec fue un auténtico funeral, mientras la pequeña porra poblana brincaba de gusto. Por cierto, entre los porristas se encontraba Ricardo Henaine, quien fue corrido del palco por Francisco Bernat, en el pleito que protagonizan los directivos.
Monterrey desapareció hasta la media hora, cuando tuvo una llegada del Chupete Suazo y seis minutos después el recién ingresado Abraham Carreño conectó un cabezazo que pasó cerca del poste izquierdo.
Para el complemento los regios siguieron nulos al ataque y eso lo aprovechó Puebla. Al 55, el hondureño Ramón Núñez desbordó en diagonal y tocó a la derecha, para la llegada de Orlando Rincón, quien empalmó como venía, el balón pegó en William Paredes y dejó sin opción a Orozco.
Era el 5-1 global, pero la ilusión llegó tres minutos después, con un golazo de media distancia de William Paredes.
Al 74 Aldo de Nigris cometió una falla garrafal, cuando estrelló su tiro en el travesaño, pero Carreño logró el 2-2 al minuto 77, con sólido cabezazo en jugada desde el córner. Al final, los Camoteros cerraron espacios y ahora se ilusionan con el título.